El Mundo Primera Edición

Sánchez aspira a La Moncloa

- JORGE BUSTOS

EL LÍDER de la oposición, Pedro Sánchez, aprovechó ayer la sesión en el Senado para arremeter contra la política energética del presidente Feijóo. Le acusó de seguir «un obsceno guion neoliberal» mientras las familias españolas no dejan de empobrecer­se y afrontan un invierno de enorme incertidum­bre. «Los precios están por las nubes», sentenció. Enfatizó el drama que viven tantos padres ante la vuelta al cole más cara de la historia y vaticinó que las previsione­s macro del Gobierno –irresponsa­blemente infladas, afirmó– no se cumplirán este año ni tampoco el que viene. Con todo, el aspirante tendió la mano al PP para llegar a acuerdos siempre y cuando sus integrante­s abandonen los «cenáculos madrileños», donde «apellidos ilustres» se acostumbra­n a que «sus caprichos sean leyes». A juicio del fogoso progresist­a madrileño, el PP cree que «España es suya» y se alinea con los intereses de las eléctricas y de la banca.

El presidente Feijóo, por su parte, usó el ardor ideológico del candidato socialista para acusarle de crispación. Enumeró los partidos radicales que Sánchez necesita para ser investido y constató su escaso aprecio por el actual diseño constituci­onal de la nación. Cuestionó la preparació­n curricular del llamado «gobierno en la sombra» – shadow cabinet, según los pomposos politólogo­s progresist­as que preparan papeles al presidenci­able Pedro, séptuple aliteració­n– y hasta se permitió recordar que la experienci­a gestora del joven Sánchez se reduce a una concejalía en la oposición.

A la vista de los sondeos en Ferraz no reina precisamen­te un ambiente de euforia, y esa lúgubre expectativ­a –hay municipale­s y autonómica­s en primavera– está abriendo las primeras fisuras en el equipo liderado por el secretario general. De momento son filtracion­es anónimas, pero si en la cita electoral de mayo el mapa se tiñe de azul, las fisuras se convertirá­n en brechas y las filtracion­es en declaracio­nes. Consciente de la difícil situación que atraviesa su adversario, Feijóo no ha querido privarse de señalar que Sánchez ya no manda ni en su partido, como para mandar en España.

Faltan aún casi dos años para las generales y es pronto para aventurar un vencedor. El aspirante es apuesto, pero le pesa la imagen de insolvenci­a y cierta mala fe en el abuso de argumentos demagógico­s, de un populismo primario y trasnochad­o, que atizan el enfrentami­ento retórico entre los poderosos y la gente. Entre los Poderosos y la Gente, mejor dicho. Sánchez de momento se sitúa del lado de la Gente. Veremos cómo se comporta si un día, urnas mediante, accede al estamento de los Poderosos.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain