«Los británicos podemos capear la tormenta»
La nueva primera ministra británica se rodea de ministros leales a Boris Johnson
Precedida por un aparatoso chaparrón y por un despliegue de paraguas, Liz Truss se estrenó como primera ministra a las puertas de Downing Street reconociendo los nubarrones que acechan al Reino Unido: « No será fácil (...), pero por más fuerte que sea el temporal, más fuertes son los británicos. Juntos podemos capear la tormenta», advirtió.
La sucesora de Boris Johnson, que ha decidido rodearse de ministros leales al ex premier, rindió de entrada tributo a su sucesor por haber culminado el Brexit, por el despliegue de las vacunas del Covid y por haber plantado cara a Vladimir Putin.
Sin desviarse una línea del papel, en un tono frío y lacónico en contraste con el exultante discurso de despedida de Johnson,
Truss esbozó las tres líneas maestras de su Gobierno.
La nueva premier anunció una reducción de impuestos y una batería de reformas «para hacer funcionar la economía», fiel a su credo neoliberal bautizado como Trussonomics y cuestionado por su rival Rishi Sunak, que lo calificó de « cuento de hadas » por su falta de credibilidad económica durante la campaña.
Truss prometió plantar cara a la crisis energética y «aliviar el peso sobre las familias» con un paquete de ayudas económicas esta misma semana (se estima que podría llegar a los 120.000 millones de euros, incluida la congelación temporal de las tarifas del gas y la electricidad).
Prometió por último hacer frente a la crisis sanitaria con una atención especial al Servicio Nacional de Salud ( NHS), acabar con las listas de espera (que afectan ya a más de seis millones de británicos) y seguir construyendo hospitales.
En menos de diez minutos, sin muestras de excesivo entusiasmo ante la compleja situación heredada de Boris Johnson, Truss expresó su determinación de cumplir con sus promesas y de poner al país « en la ruta del éxito a largo plazo».
Después de posar en la puerta del número 10 con su marido, Hugh O’Leary, la ex secretaria de Exteriores de 47 años se sumergió en las penumbras de Downing Street para tomarle la medida al «mejor oficio del mundo» (en palabras de su predecesor).
Horas antes viajó hasta el castillo escocés de Balmoral para rendir pleitesía a Isabel II y recibir formalmente el encargo de formar un nuevo Gobierno, horas después de que el propio Boris Johnson comunicara oficialmente a la reina su dimisión como premier ( forzada por los parlamentarios tories por el Partygate y por la sucesión de escándalos durante su mandato).
Liz Truss se convierte en la número 15 de la larga lista de jefes de Gobierno que ha visto desfilar Isabel II en los 70 años de reinado que se han celebrado este mismo año. Es también la tercera mujer en llegar al cargo, tras la estela de Margaret Thatcher y Theresa May, también conservadoras. Y la cuarta inquilina de Downing Street en seis años, desde el voto a favor del Brexit.
Apoyada en su bastón, la reina tendió la mano a la nueva premier junto a una chimenea en la que podía leerse el lema nacional de Escocia: « Nemo me impune lacessit » (Nadie me ataca con impunidad). Los analistas lo interpretaron como una advertencia lanzada a Liz Truss por su pasado juvenil como militante liberal-democrática, cuando pedía la abolición de la monarquía (y la legalización del cannabis).
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