Lopetegui toca fondo ante el City
Haaland marca otros dos goles en el imponente triunfo de los ingleses en Sevilla
El Manchester City destrozó con paciencia a un Sevilla que se reinventó para su debut en Champions. El cambio de dibujo de Julen Lopetegui no pudo ocultar las carencias de un equipo en crisis: defensa liviana, físico dubitativo y sin vértigo arriba. Un bloque predecible que pide a gritos un ostensible giro a su timón.
El míster sevillista renunció a la alegría y se abrazó a la pujanza. Sin delanteros, con laterales duplicados, atacando con cuentagotas. Viendo venir a un Manchester City que se sabía mejor y que iba a querer finiquitar el partido por la vía rápida. El Sevilla no está bien, y el 4-4-2 sin puntas era una estrategia de resistencia, un pulso al reloj. La primera parte fue igualada. Con más chispa arriba los de Guardiola, pero incómodos y exigidos en la creación.
El gol de Haaland en el minuto 20, tras un gran pase de Kevin de Bruyne, no dinamitó el cerrojo local. El ánimo se mantuvo inmutable. Desde Isco y Papu, los más adelantados, pasando por Delaney o el canterano Carmona, los sevillistas parecían defender una idea noble. Ayudó la permisividad del árbitro italiano Davide Massa, que dejó jugar, que permitió un encuentro picapedrero. El descanso llegó con un Sevilla hilvanando alguna jugada de mérito, con el City desautorizado en el área rival. Fue un espejismo. Un breve bálsamo.
Haaland y De Bruyne, ayer.
Tras el refrigerio, Julen quiso amortizar la primera mitad. Jordán y Mir sustituyeron a Rakitic y Delaney. Con los espacios, llegó el peligro. Un contraataque encaró a De Bruyne con Bono. El belga disparó raso, pero el meta, a puro reflejo, palmeó a un lado. El estadio se levantó con él. Apretaba el Sánchez Pizjuán y el entrenador sacó a otro nueve: Dolberg. Quedó lejos el empate. La esperanza es frágil. Los goles son el antídoto del entusiasmo. Foden no necesitó demasiado. Gudelj le dio un metro, lo suficiente para que cruzara el balón desde la frontera del área. El cero a dos, ya sí, se escribió en el marcador con cincel, como se hace con los epitafios. Tampoco le salió a Julen el plan B. El Sevilla no está para hombrías. La noche le quedó grande.
El tercero, segundo de Haaland, tras cazar un rechazo de Bono, apagó el partido como a una vela, de un soplido. La grieta que separa a ambos equipos se ensanchaba sobre la hierba. Los blanquirrojos se dejaron ir, los celestes buscaron el cuarto con ensañamiento hasta que lo atrapó Rúben Dias en el tiempo añadido. El ciclo de Lopetegui parece acabar en la capital andaluza.
Bounou; Carmona, Gudelj, Nianzou; J. Navas, Rakitic (Rafa Mir, min. 46), Delaney (Jordán, min. 46), Acuña; Isco (Januzaj, min. 78), Papu Gómez (Suso, min, 73), Telles (Dolgerg, min. 57).
Ederson; Cancelo, R. Dias, Akanji, S. Gómez; Rodri (K. Phillips, min. 78), De Bruyne (Mahrez, min. 78), Foden (Palmer, min. 70); B. Silva, Haaland (J. Álvarez, min. 70) y Grealish (Gündogan, min. 67).
0-1: Haaland (min. 20). 0-2: Foden (min. 58). 0-3: Haaland (min. 67). 0-4: R. Dias (min. 92).