Barricada de medios
Va a llegar el otoño y van a aparecer los desastres que anuncian, según el Gobierno, los profetas de la catástrofe, los que confunden la información con la intoxicación como en otros tiempos se confundía la libertad con el libertinaje. Antes del invierno desolador que se aproxima caen las hojas «y las ramas su fronda al suelo fían» ( Divina Comedia), se anuncia muy buena uva aunque en una cosecha mermada por el calor. La mala uva es el huracán Danielle que venía desde el Atlántico buscando el Mediterráneo. El ciclón tropical avanza despacio, pero de lo que no nos libraremos es del tornado de la propaganda en una larga campaña electoral. Nos van a machacar los partidos con la agitación y las consignas en su campaña para aniquilar o ser aniquilados.
La propaganda es tan vieja como la política; se encontraron grafitis electorales en las cenizas de Pompeya, aunque la palabra está extraída del latín de los Papas. Hoy es el lenguaje destinado a engañar a las masas, que han cambiado la conciencia religiosa por la política.
Parece que el presidente del Gobierno intenta imitar a Roosevelt en las charlas junto a la chimenea. En los jardines de La Moncloa cita a ciudadanos para explicar su New Deal a favor de la gente, contra la oligarquía y el amarillismo mediático. Como atacan tanto a la prensa, la mayoría de los periodistas toman la propaganda sanchista a broma. Han empujado a los medios a las barricadas y a la sátira.
En la primera charla Pedro Sánchez ha anunciado medidas populares como el subsidio del desempleo para 400.000 trabajadoras de hogar y la subida de las pensiones al compás de la inflación. Pero ese estilo Pablo Iglesias de la gente contra las élites y las cloacas mediáticas de los profetas de la catástrofe tiene, como dijo Rafa Latorre en La Brújula de Onda Cero, un tufo populista.
El presidente no se atreve a convocar elecciones cuando la cuarta parte de los socialistas tiene confianza en Feijóo. Llega el invierno de la inflación y como piensa Yolanda Díaz lo que hace más falta es un gran acuerdo para garantizar una cesta de la compra asequible de 20 o 30 productos básicos.