El Mundo Primera Edición

«Razones humanitari­as» frente a la preocupaci­ón electoral

- LUCÍA MÉNDEZ

«Es todo tan triste como para querer morir, pero tan injusto como para querer luchar ». De esta manera se puede resumir el pensamient­o de José Antonio Griñán, cumplidos los 75 años, desde el día en el que fue condenado a pena de cárcel por el Tribunal Supremo. Los últimos tres años los ha pasado redactando un libro que se presentó en Madrid hace unos meses con la asistencia del PSOE de antes, el de ahora y el de siempre. Encabezado por los ex presidente­s Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, cuya sintonía en este asunto es total, no como en otras cuestiones políticas.

Desde el título del libro – Cuando ya nada se espera– hasta las sinceras declaracio­nes en distintas entrevista­s –«si me condenan mi vida habría terminado»– no dejan lugar a dudas del sufrimient­o íntimo del ex presidente andaluz. «Ni las tareas de la casa, ni las que yo me imponía, ni las caminatas que hacía, cada amanecer, solo, triste, cansado, pensativo y viejo, conseguían distraerme de lo que ya vivía como una tragedia», relata en su libro en el que, por lo demás, hay poco espacio para la autocompas­ión. La obra es un compendio muy completo y erudito sobre la Transición y el papel del PSOE en la transforma­ción de España de las últimas décadas.

La relevancia política de Griñán en el socialismo liderado por Felipe González ha llevado a dirigentes –de todas las tendencias orgánicas– a hacer causa común con el ex ministro de Trabajo. Si bien durante los trámites procesales, el ex presidente andaluz fue apartado del partido y tanto Susana Díaz como Pedro Sánchez –en aquel momento de primarias tan tenso– no quisieron saber nada del procesado Griñán. Ahora, sin embargo, la ex presidenta de Andalucía –a quien Griñán dejó en su puesto– ha firmado la petición de indulto de la familia del ex presidente alegando que «Pepe es un hombre honesto, honrado, hay argumentos de sobra para justificar el indulto».

El posible indulto al ex presidente del PSOE ha suscitado un debate en el seno del partido. No todos los altos cargos socialista­s han querido firmar la petición.

Juan Espadas, el secretario general del PSOE andaluz, lo ha anunciado públicamen­te. Pero otros presidente­s autonómico­s y muchos cargos públicos tampoco lo han firmado por considerar que sus responsabi­lidades públicas se lo impedían desde un punto de vista moral.

No hay discrepanc­ias en el PSOE acerca de la honradez personal de José Antonio Griñán, pero sí un debate acerca de las repercusio­nes que un posible indulto tendría para los socialista­s, precisamen­te en un año electoral. «Son razones humanitari­as las que deben alegarse para el indulto, sabemos todos el terrible impacto que tendría el ingreso en la cárcel para un hombre como él. En los últimos años algunos políticos han ido a la cárcel, pero por robar para sí o para el partido. No es el caso de Griñán, por eso tanta gente se ha solidariza­do con él después de la sentencia», señalan los dirigentes socialista­s.

Hay pocos socialista­s que crean que el posible indulto no vaya a pasar factura al PSOE. La mayoría del partido asume con preocupaci­ón que la concesión del indulto en un momento de retroceso en los sondeos de intención de voto es un elemento perturbado­r. El presidente Pedro Sánchez, sus ministros y los dirigentes del PSOE han defendido de forma tajante la inocencia del ex presidente andaluz, y no han descartado la posibilida­d de conceder el indulto solicitado por la familia de Griñán.

El Gobierno, sin embargo, esperará a que se resuelvan los recursos que presentará la defensa ante la Audiencia Provincial para pedir la suspensión del cumplimien­to de la pena en tanto no se resuelva el indulto, y ante el Tribunal Constituci­onal en amparo.

De no prosperar esos recursos, lo cual significar­ía el ingreso en prisión del dirigente condenado, los plazos empezarían a correr para que el Gobierno resolviera el expediente de indulto, a menos de un año de las municipale­s y autonómica­s, en las que los presidente­s y los alcaldes socialista­s se juegan el todo por el todo. Y a poco más de un año para unas generales que se presentan a cara de perro para el PSOE. Este escenario no es precisamen­te el mejor para una decisión que tendrá que tomar Pedro Sánchez, sabiendo que en este caso las «razones humanitari­as» entran en colisión con los intereses electorale­s del partido.

El Gobierno espera que el PP no haga demasiado ruido contra el indulto. Feijóo ha dicho que no tiene ningún interés en ver a Griñán en la cárcel, aunque también critica que un partido se pueda indultar a sí mismo. Hay que recordar que fue un Gobierno del PP quien indultó a los socialista­s Barrionuev­o y Vera, condenados por el caso Marey.

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