El PSOE apoya que el euskera sea el «eje central» en la escuela vasca
La Ley de Educación del PNV respaldada por los socialistas elimina el modelo en castellano
Los 43.198 estudiantes vascos que aún se forman en castellano en el sistema educativo del País Vasco perderán a partir del curso 2023-2024 la posibilidad de elegir el castellano como lengua vehicular. La nueva Ley de Educación impulsada por el Gobierno de Urkullu elimina de facto la posibilidad de elegir el castellano para imponer el euskera como «eje central» de la educación con el objetivo de que todos los escolares acrediten el conocimiento y uso del vasco al finalizar sus estudios. El borrador de la ley consensuado por PNV y el PSOE vasco será aprobado en las próximas semanas por el Gobierno vasco y tramitado a partir de diciembre en el Parlamento Vasco con el objetivo de que entre en vigor en el próximo curso escolar.
El consejero Bildarratz ha finalizado la elaboración de la futura Ley de Educación que se basa en un acuerdo alcanzado por PNV y PSE-EE junto a EH Bildu y Podemos. El texto articulado que será tramitado en la Cámara vasca establece en su artículo 69 que cada centro educativo –tanto los públicos como los concertados– elaborará su «proyecto lingüístico» con el criterio impuesto de que «el euskera se sitúe como eje central y en el que las dos lenguas oficiales y, al menos, una lengua extranjera, se consideran lenguas de aprendizaje». El castellano, que prácticamente no se cita en la futura norma, queda relegado a los objetivos de euskaldunización de la totalidad de los 361.000 alumnos escolarizados en el curso 2022-2023 en Euskadi.
La nueva norma supone un paso más en el proceso de la euskaldunización de todos los escolares vascos después de décadas en las que los colegios con formación en castellano –tanto públicos como concertados– se han ido reduciendo hasta el punto de que en Guipúzcoa ya no hay ninguna escuela pública con línea en castellano o modelo A. En este curso escolar, se han matriculado 1.195 niños de entre 3 a 5 años en castellano, frente a los 7.395 en un modelo mixto con preponderancia del euskera y 40.256 escolares de esta edad que estudiarán solo en euskera.
La futura Ley de Educación vasca no solo impone la obligación de acreditar un nivel B2 de conocimiento y uso del euskera sino que impone a los centros su utilización en actividades extraescolares y en la comunicación exterior. De esta manera, recoge que en el denominado proyecto lingüístico de cada centro también se incorporará «las propuestas de actividades extraescolares que vayan encaminadas a asegurar el uso ambiental de la lengua vasca». Además, se establecen varios artículos para fomentar el «uso ambiental del euskera» tanto en el centro como las actividades paralelas que realicen los escolares, los docentes y el personal de cada colegio.
Para lograr la «generalización del uso del euskera» la futura norma educativa vasca establece que «en los centros educativos financiados con fondos públicos, el euskera ha de ser normalmente el vehículo de expresión en las actividades de proyección externa».
Tras desvelarse el contenido del borrador elaborado por el Departamento de Educación, Podemos denunció el incumplimiento por Bildarratz de lo acordado para reforzar la educación pública frente a la concertada. «La propaganda que se está vendiendo es humo» advirtió la portavoz Miren Gorrotxategi. Tanto PP+Cs como Vox se opusieron al primer acuerdo sobre el que se basa este texto articulado.