El PP sí acepta la tasa europea a los beneficios de las eléctricas
La avalan por ser «finalista» y si se hace a cambio de dar marcha atrás al impuesto español
El PP está en contra del impuesto español que gravará las ventas de las empresas energéticas, pero no rechaza el impuesto europeo que gravará los beneficios extraordinarios de estas mismas empresas. Parece un trabalenguas, pero el matiz es clave. La secretaria general de los populares, Cuca Gamarra, señaló ayer en los pasillos del Congreso que «la tasa que plantea Europa tiene carácter finalista y va directamente enfocada a bajar los recibos de los europeos, y por tanto de los españoles; mientras que el impuesto que plantea Pedro Sánchez sólo está enfocado a subir la recaudación».
Un día después de votar en contra de la toma en consideración del impuesto que proponen el PSOE y Unidas Podemos, el partido que capitanea Alberto Núñez Feijóo cambió el paso. Tras decir Elías Bendodo, por la mañana, « de entrada, no» a nuevos gravámenes, por la tarde Génova matizó que ahora sí «avala» el que propone la UE, pero sólo si su recaudación se usa para enjugar las subidas del precio de la luz y el gas que sufren las familias y las pymes actualmente.
No en vano, la semana pasada Feijóo ya dijo que lo que se recaude con el futuro impuesto a las empresas energéticas debe ir «directamente a bajar el recibo de los hogares». Y no a «llenar» las arcas de Hacienda.
En este punto, El PP insiste en que el Gobierno ha obtenido más de 22.000 millones de euros extra en su recaudación en los primeros siete meses del año: « España no tiene un problema de recaudación. Los que sí tienen un problema son los españoles para pagar sus facturas», juzgó Gamarra.
Además, en Génova creen que el impuesto que ha planteado Pedro Sánchez, y que el martes pasó el primer trámite en el Congreso con el voto en contra de Vox y PP, podría ser «inconstitucional» y colisionar, también, con «el derecho comunitario » . « Puede suponer una doble imposición a las eléctricas con consecuencias jurídicas y y económicas para el Estado», insistieron en el equipo de Feijóo.
Para ahondar en esta argumentación, fuentes del PP recordaron ayer que, como adelantó EL MUNDO el lunes, Bruselas recela del impuesto español. En un documento de trabajo del gobierno comunitario al que accedió este diario se especifica que el nuevo límite de ingresos o precios «no sería compatible» con los impuestos extraordinarios a las ventas de las grandes empresas energéticas. Y, por tanto, los países que lo han puesto en marcha o están a punto, como es el caso de España, deberían «abolirlo».
«Todo lo que sea bajar impuestos y reducir las facturas, de entrada el PP dice sí; todo lo que sea subir impuestos para recaudar más, de salida es no», resumió Gamarra. Para la también portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, esa diferencia entre lo que propone Bruselas y lo que hace el Gobierno es, entre otros motivos, por lo que el PP pidió ayer al Ejecutivo que retirase su iniciativa para crear el nuevo impuesto, a la espera del pronunciamiento de Europa. «Así no tendría que rectificar nuevamente en relación con lo que la UE pueda establecer», apuntó.
Génova pasó de negarse a cualquier impuesto a «avalar» uno en apenas horas