La Comisión espera recaudar 140.000 millones con el ‘tajo’ a los beneficios de las energéticas
Aprueba una tasa del 33% y topará el megavatio hora generado por energías marginales en 180 euros
La Comisión Europea espera una recaudación de hasta 140.000 millones de euros con el tope a los beneficios extraordinarios de las empresas de generación inframarginal, como la nuclear o las renovables, que producen energía a coste relativamente bajo en estos momentos (117.000 millones), y las que lo hacen a partir de combustibles fósiles, como el carbón o el petróleo (otros 25.000). Así lo ha indicado la presidenta Ursula von der Leyen este miércoles en su Discurso sobre el Estado de la UE.
«Nuestra propuesta recaudará más de 140 000 millones de euros que permitirán a los Estados miembros amortiguar el golpe de manera directa», ha dicho sobre el tope que los ministros de Energía aceptaron el pasado viernes.
La vía escogida para las fósiles es una «contribución solidaria» eufemística de hasta el 33% sobre los beneficios de 2022 que estén por encima del 20% de aumento sobre los beneficios medios de los tres años anteriores. Igualmente, se aplicará un tope de 180 euros al
megavatio hora generado por energías inframarginales (como la nuclear y las renovables) y a partir de ahí el Estado redistribuirá.
Dentro de la propuesta está también un intento de reducción obligatoria y lineal en el consumo eléctrico, que sería del 5% en las horas punta y que aspira a reducir al 10% el total del consumo en 2023. La Comisión calcula que los Estados miembros podrían recaudar hasta 117.000 millones de euros del límite temporal de ingresos propuesto para los productores de electricidad inframarginales cada año.
«La cantidad exacta de ingresos en cada Estado dependerá de la cantidad de electricidad generada a partir de tecnologías inframarginales en el país y del nivel de los precios de la electricidad durante el tiempo de aplicación de estas medidas», explica la propuesta.
El paquete aprobado hoy recoge varios aspectos sobre cómo coordinar medidas y sobre si lo propuesto es compatible con medidas nacionales ya en vigor. Y la respuesta es que sí. «Los Estados miembros deben tener libertad para elegir las medidas apropiadas para lograr los objetivos de reducción de la demanda, incluida la expansión de los sistemas existentes o los incentivos nacionales para desarrollar la demanda», dicen los papeles.
Hubo en algún borrador inicial ideas sobre prohibir medidas nacionales sobre beneficios si se aprobaba el tope, pero en la propuesta final y oficial no hay ninguna referencia, ha desaparecido. Fuentes comunitarias explican que propuestas como la de España, que quiere gravar con un 1,2% la facturación de las grandes energéticas, deben ser evaluadas, pero que si van en la misma línea que la Europea y persiguen el mismo objetivo podrían mantenerse y serían analizadas por la Comisión.