La piratería se desinfla pero no para los libros
MADRID La piratería se desinfla en España, un 8% desde el 2020 de pandemia, un 20% si la horquilla se estira a 2018 y hasta un 30% si la comparativa llegara a 2015. Sin embargo, estos comportamientos ilegales de consumo de mantienen e incluso crecen en una de las principales industrias de contenidos, la de los libros. En el año 2021, un 34% de estos consumidores accedió a ese tipo de productos de manera ilícita.
El alza con respecto a 2020 tan sólo es del 1%, pero el aumento contrasta con mejoras en el resto de áreas, tal y como recogen los datos recabados por la Coalición de creadores e industrias de contenidos.
El sector de la música sobresale como el que mayor tasa de consumidores ilícitos congrega, un 38%, la única cifra superior a la del ámbito de los libros. El cine reúne un 25%; la prensa, un 23%; las series, un 21%; el fútbol, otro 21%; los videojuegos, un 18%; las revistas, un 16%; y las partituras, un 5%.
«Somos el aspecto negativo, la única flechita roja», reconocía Daniel Fernández, presidente de Cedro (Centro Español de Derechos Reprográficos). «No son piratas, son ladrones», subrayó.
Preguntado al respecto por EL MUNDO, Fernández achaca al aumento a dos factores: «La tecnología permite compartir archivos con una gran facilidad y es muy rápido mandar un libro a través de un mensaje de WhatsApp. Por otro lado, puede deberse a una cuestión de volumen: a raíz del covid, los españoles leemos más, y conforme a eso puede haberse incrementado la lectura ilegal».
«El impacto negativo para la industria es mayor cuando el contenido es nuevo, de estreno, porque está más valorado», expone por su parte Carlota Navarrete, directora general de la Coalición de creadores. Efectivamente, en 2021 se editaron 79.373
nuevos libros, por 74.589 de 2020: la industria se fortaleció y una merma similar habría resultado más dañina.
En cualquier caso, la piratería ha retrocedido. Según Navarrete, «cada vez que se legisla, se avanza», por lo que con la reforma de 2021 y la transposición de las directrices europeas se puede aventurar que «la piratería seguirá reduciéndose».
La erosión de 2021 se calcula en 2.271 millones de euros, un lucro cesante que se traduciría en 18.716 empleos directos no creados (112.299 si se sumaran los indirectos). Además, el erario público perdió el pasado año 653 millones en impuestos, entre IVA, contribuciones a la Seguridad Social e IRPF.