A base de empeño
Ramos-Viñolas y Bautista vencen la resistencia de Serbia y dan a España su primer triunfo, a la espera de Alcaraz
Hasta que abandonó su lugar eventualmente en el banquillo para hacer el calentamiento con Roberto Bautista, el hombre nominado como primer tenista español este miércoles ante Serbia, Carlos Alcaraz no negó una sola rúbrica. Cuando se fue, Albert Ramos-Viñolas perdía por 4-1 ante Laslo Djere. Mientras salía de la central de La Fonteta, se detuvo a complacer a los aficionados que le salieron al paso desde la grada. Antes, habían pasado por sus manos gorras, banderas, pelotas de distintos tamaños y hasta abanicos, todos ellos autografiados por el número 1 del mundo, que el viernes ya estará listo para jugar frente a Canadá, que sufrió ante Corea del Sur.
«Tener a un gran campeón como él, que con tan sólo 19 años ha conseguido lo que conseguido, y con lo que le queda por delante, es muy bueno para cualquier equipo», dijo Ramos-Viñolas tras resolver su partido por 2-6, 7-6 (5) y 7-5, en dos horas y 54 minutos, y dar el primer punto a España.
A continuación, Bautista impuso su buen hacer y su experiencia contra uno de los tenistas más sugerentes de la hornada que viene. Miomir Kecmanovic, número 33 del mundo, en el recuerdo por su magnifica actuación ante Alcaraz en los cuartos del partido de Miami, una piedra en el camino del murciano hacia su primer Masters 1000, pagó la inexperiencia en su segundo encuentro de Copa Davis. Ganó
Bautista, cada vez más fiable en esta competición, por 7-6 (5) y 76 (5), en dos horas y cuarto, certificando la victoria de España.
El nombre de Alcaraz, como no podía ser de otra manera, mereció en la presentación de los equipos el mayor respaldo acústico del público que casi colmaba el recinto. Su presencia, el escrutinio de muchos, en algunos casos más atentos a cualquier gesto o mínimo movimiento que a aquello que sucedía sobre la cancha.
El del Palmar llegó el pasado martes a Valencia en vuelo privado desde Nueva York tras ganar el Abierto de Estados Unidos y subirse al púlpito de los elegidos, y se recupera de dos intensísimas semanas. Mientras tanto, sin dos de sus hombres en el top 3, pues Rafael Nadal dejó claro hace tiempo que en esta ocasión no contaran con él, y ausentes Pablo Carreño y Alejandro Davidovich por problemas físicos, Sergi Bruguera tiró de lo que tiene, que no es poco, y le alcanzó contra Serbia, donde falta Novak Djokovic.
Atropelllado en el primer set por Laslo Djere, reciente finalista en Winston-Salem, Ramos-Viñolas consiguió tocar más veces de drive y llevar el partido al tercero. El zurdo, especialista en tierra batida, capaz de contar con un match point ante el mismísimo Alcaraz en la segunda ronda del último Roland Garros y ganador este año de su cuarto título en el ATP 250 de Córdoba, revivió de nuevo tras quedar 0-3 en el parcial definitivo, ayudado por los calambres de su adversario en los isquiotibiales. Djere de 27 años, volvía a la Davis por primera vez desde 2018 y sólo presentaba con una victoria en sus cuatro encuentros individuales.
«Cada punto era una batalla y sabía que el físico iba a ser importante. También por el calor y por la pelota, muy lenta. Entrenando estos días con Roberto [Bautista] no pasé de tres en ningún set. En muchos momentos del partido pensé que no ganaba, pero luché, era imposible no hacerlo con semejante apoyo de la gente», dijo el español.
Bautista, campeón este año en Doha y Kitzbühel, contuvo la buena salida de Kecmanovic, un tenista que maneja bien las alturas y los cambios de dirección, pero falto todavía de consistencia. El castellonense volvió de una rotura adversa en el primer parcial y frenó los ímpetus de su adversario, que puso empeño además de talento.
La serie era delicada por la combatividad del adversario y las notables ausencias
Los de Bruguera pueden conseguir la clasificación mañana ante Canadá