El Mundo Primera Edición

¿QUÉ FUE DEL NIÑO QUE NO PUDO SER HARRY POTTER?

- POR PEDRO SIMÓN

EJOR QUE CUALQUIER mortal, lo cuenta el propio autor en las páginas de su libro: «En 1999 arrancaba el casting para encontrar al chico que interpreta­ría a Harry Potter y que por tanto se haría mundialmen­te famoso. Centenares de actores pasaron por las audiciones. Al final, solo quedaron dos. Esta novela cuenta la historia del que fue descartado».

A un lado, el elegido: el niño Daniel Radcliffe, que se convertirí­a en una celebridad planetaria y cuya cara aparecería hasta en la sopa.

A otro lado, el que lo tuvo al alcance de los dedos pero no lo consiguió: un tal Martin Hill (nombre ficticio), que debido al revés en el proceso de selección encadena depresione­s y se obsesiona con lo que pudo ser y ya nunca será.

«El día del estreno el 16 de noviembre, solo se hablaba de Harry Potter », prosigue el autor. «Arrancó entonces para Martin el verdadero horror: a partir de ese momento le resultaría imposible obviar lo que había dejado escapar. Imposible acogerse al famoso derecho al olvido al que se alude para los criminales. Peor aún, parecía que el país entero avivaba las brasas de su fracaso».

La novela se titula Número dos y lleva la firma de David Foenkinos (París, 1974). El punto de partida real le sirve al escritor para ficcionar sobre la vida de aquel perdedor. Una sensaciona­l historia que nos habla del revés oscuro del éxito, del azar, de los sueños rotos y, sobre todo (por qué no) del amor.

PREGUNTA. Martin Hill tiene que aprender a vivir con el fracaso. ¿Cuántas veces se ha sentido usted más cerca de Martil Hill (el que no ganó) que Daniel Radcliffe (el que logró el papel)?

PREGUNTA. Muchas veces. He conocido ambos extremos. Durante años, mis libros no funcionaba­n demasiado bien. He sido muchas veces número dos. Me dieron calabazas muchísimas veces. Pero creo mucho en el valor del fracaso. Así que se puede decir que estoy contento de no haber tenido éxito de inmediato.

P. ¿Es menor el fracaso si no lo conocen los demás?

MEn 1999 empezaba el ‘casting’ para elegir al protagonis­ta de ‘Harry Potter’. Al final, hubo que escoger entre un niño u otro. ‘Número dos’, la nueva novela del francés David Foenkinos, cuenta la tormentosa historia de un fracaso: la del chico que no fue selecciona­do

R. A veces lo que es doloroso es la mirada de los demás. Pete Best fue el batería de los Beatles.

Justo antes de que tuviera éxito, lo echan. Todo el mundo le recordaba como el batería de los Beatles... La cuestión principal del libro es que el éxito o el fracaso están ligados a la comparació­n, a la vida de los demás. Y en nuestra época, con las redes sociales, nunca hemos estado tan sometidos a la mirada de los demás. Vivimos de forma permanente bajo la dictadura de la felicidad de los demás.

P. Detrás de todas la infelicida­des, ¿suele estar la envidia?

R. Ya es malo que las cosas te vayan mal, pero es peor cuando a los demás les van bien. Pero insisto en el valor del fracaso. Es eso que decía Churchill, que el éxito es ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo. El de la envidia es un tema extraordin­ario: siempre se tiene la impresión de que los demás te roban la vida. En un fracaso profesiona­l o amoroso, siempre hay alguien en tu lugar. Siempre hay alguien que viene a adelantart­e y a tocarte las narices.

P. ¿Qué tipo de sociedad hemos creado si solo sirve ser número uno y nadie te prepara para número dos?

R. Cuando salió el libro en Francia, mucha gente me contaba sus vidas de número dos, me hablaban de todo lo que habían fallado, y muchos eran muy felices. Alguno me dijo: «Menos mal que soy número dos y así tengo menos preocupaci­ones».

P. Lo que le sucede al protagonis­ta, ¿habría sido hoy peor con el altavoz de las redes sociales?

R. El marketing de aquellas películas fue colosal. Es algo tragicómic­o y muy doloroso lo que vive el protagonis­ta. Tiene una visión permanente de su fallo. Las películas, la promoción, los libros, todo le recordaba a su fracaso. Imagina cualquier fracaso, que algo en lo que has fallado estrepitos­amente tuviese la capacidad de réplica de Harry Potter. Como si mujer no te quiere y la ves todo el rato con otro en los carteles, en la tele, en la publicidad... Es insoportab­le.

P. Escribe usted: «Cuando sufrimos, revelamos nuestro verdadero carácter». ¿Qué descubrió usted durante su grave enfermedad?

R. En mi caso, fue un encuentro con la muerte. Algo que me propulsó hacia la belleza. No había libros en mi casa. Fui hacia

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