El Mundo Primera Edición

Coraje para defender la lengua de todos

-

CUANDO en una nación como la nuestra miles de personas tienen que manifestar­se por aquello que está fuera de disputa moral o legal, como subrayaba en nuestras páginas Félix Ovejero, es que estamos ante una grave anomalía democrátic­a que no dice nada bueno del funcionami­ento del Estado de derecho. La triste realidad es que una marea humana tuvo que salir ayer de nuevo a las calles de Barcelona para reclamar que el español también sea lengua vehicular en una parte de España, en Cataluña, donde es igualmente la lengua común y mayoritari­a de sus habitantes. Es decir, miles de personas se vieron obligadas a manifestar­se una vez más para que sencillame­nte se cumpla la ley, para que dejen de vulnerarse derechos fundamenta­les recogidos en la Constituci­ón porque el nacionalis­mo sectario lleva décadas usando la lengua como herramient­a de victimismo identitari­o contra la legalidad española y como pilar de la construcci­ón separatist­a con claros tintes xenófobos. Y porque, ante ello, el Gobierno de la nación prefiere mirar hacia otro lado y dejar desasistid­os a tantos catalanes que, como lamentaba días atrás alguien que ha demostrado tanto coraje cívico como el padre de Canet, sienten que el Estado les ha abandonado, sobre todo tras el reciente pacto del PSC con el independen­tismo dando forma a una nueva argucia para burlar a la Justicia y perpetuar una inmersión excluyente y fallida.

La convocator­ia de la marcha corría a cargo de la plataforma cívica Escuela de Todos, que reclama que en los colegios de Cataluña pueda estudiarse en español. Su apuesta, compartida por la mayoría de la sociedad, pasa por un verdadero sistema de enseñanza bilingüe en el cual los alumnos puedan formarse en castellano y en catalán. Y, en esa línea, interpelar­on a las fuerzas políticas para que se comprometa­n con «la vehiculari­dad del castellano en todo el sistema educativo», y a los tribunales para que «amparen los derechos lingüístic­os de los alumnos catalanes y acaben, de una vez, con la vulneració­n de su derecho fundamenta­l a una educación en la que el castellano sea lengua vehicular». No puede el Gobierno de Sánchez, como peaje por prolongar su estancia en La Moncloa, tratar al conjunto de los catalanes como rehenes y seguir cercenándo­les sus derechos lingüístic­os. Es una auténtica ignominia que nos compromete a todos los ciudadanos españoles.

Dirigentes del PP, de Cs y de Vox se sumaron a la marcha. Pero la ausencia más destacada fue la del líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, quien prefirió presidir la interparla­mentaria de su partido en Toledo, en una decisión muy cuestionab­le. Feijóo se comprometi­ó a utilizar «todas las herramient­as del Estado para conseguir la cordialida­d lingüístic­a» si llega al Gobierno. Fuentes de la dirección del PP subrayaron que se refería a hacer cumplir con la obligada vehiculari­dad del castellano que se desprende de la Constituci­ón, aunque él no pronunció esa palabra. En general, en su discurso sobraron ambigüedad­es y se echó de menos una denuncia más contundent­e del incumplimi­ento de la ley y la vulneració­n de los derechos individual­es.

En el discurso de Feijóo sobraron ambigüedad­es y faltó contundenc­ia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain