«Ni Omar Montes ni Kiko Rivera son cantantes»
Pregunta.– Primero los realities, ahora un libro de cocina. Parece usted empeñado en derribar el mito de las estrellas de rock.
Respuesta.– Me gusta hacer cosas imposibles a mi edad porque tengo 68 años. Los heavys nos cuidamos mucho. En nuestro caso, el hábito no hace al monje.
P.– ¿De verdad que un roquero como usted cocina crema de calabacín?
R.– Sí, ¿por qué no? Ser heavy no quiere decir que no sepas hacer un huevo frito. P.– Los Sex Pistols cantaban God Save The Queen. ¿Qué le cantaría a la difunta reina Isabel II?
R.– Más que cantarle, le daría las gracias
porque ha hecho un buen trabajo. Espero que su hijo Carlos III haga lo mismo, pero no me lo creo. La va a liar parda.
P.– ¿Y al Rey Emérito?
R.– Como Rey ha dado mal ejemplo. Ha metido la gamba muchas veces y Carlos III va por el mismo camino.
P.– Se pasaron décadas anunciando que iba a estallar el obús, ¿explotó ya?
R.– El obús lleva estallando 40 años. Hemos hecho nuestro 40 aniversario y estamos de gira por todo el país.
P.– Con tan sólo un año de vida, Obús agotaba las entradas en el Wizink Center.
R.– Fue una sorpresa. Éramos chavales de barrio de 20 años e hicimos un grupo. Nos presentamos al concurso Villa Rock de Madrid, ganamos y grabamos un disco.
P.– ¿La rivalidad entre Obús y Barón Rojo era como la de Oasis y Blur?
R.– Era más bien como la del Barcelona y el Real Madrid. Tanto ellos como nosotros queríamos ser los número uno.
P.– ¿Los directivos de las discográficas les tocaron mucho las narices?
R.– ¿Los cojones quieres decir? [Ríe].
P.– Iba a decirlo, pero he sido más suave.
R.– Los directivos van a hacer números. Pero yo ahora echo mucho de menos a las compañías discográficas. Era otra forma de hacer promoción.
P.– ¿Ya no están esos directivos?
R.– La magia del artisteo de las compañías discográficas se está perdiendo porque ahora está Internet, Spotify... A mí lo que me jode es que haya artistas, que saben usar las redes, pero no saben cantar y desafinan. Hacen playback y dan conciertos sin músicos. Eso me ofende mucho.
P.– Mójese. Deme un nombre.
R.– Bad Bunny.
P.– Pues lo está petando ahora mismo.
R.– Pero lo peta más Ozzy Osbourne ahora que ha sacado un disco nuevo. O Raphael, que soy muy fan suyo. Echo de menos ese tipo de artistas. A mí que me vengan Omar Montes, Bad Bunny y toda esta gente no me dice nada. Me la pelan. P.– Apenas se ven heavies por la calle. ¿Las tribus urbanas han muerto?
R.– Ya no es como en los 80. Sí existen, pero ahora están todos mezclados. En un concierto puedes ver a un punky, a un heavy y a un romántico.
P.– Eso antes era impensable.
R.– Sí, antes un grupo de punky y otro de rock no podían juntarse en un escenario. Nosotros coincidimos en la Casa de Campo con la Polla Records y se lio una de órdago. Tuvieron que intervenir los grises.
P.– Algunos de sus fans no le perdonarán que saliese en Gran Hermano.
R.– No. ¡Qué va! Yo hago concursos porque me divierten y encima gano pasta.
P.– Tuvo fuertes broncas con Kiko Rivera. ¿Era un concursante privilegiado?
R.– ¡Hombre, claro! Y lo sigue siendo. Telecinco vive de La Pantoja, los Jurado...
P.– Cuando hablaba de esos artistas que no saben cantar, ¿se refería a Kiko Rivera?
R.– Kiko Rivera no es cantante y, si va de cantante, se engaña a sí mismo. Es como Omar Montes. Saben que no son cantantes. Lo que pasa es que tiran de quiénes son y de que hay una moda. La gente se lo permite porque musicalmente es muy inculta. Ellos se aprovechan de que hay muchos tontos y se lo llevan muerto.