Un hombre mata a la hija de su ex pareja en Madrid
El presunto autor también mantenía una relación con la víctima
«Desde mi balcón vi cómo se lo llevaban en camilla, intubado... Supimos que algo muy grave había sucedido». Así describía ayer Eve, residente en la calle Julia Mediavilla (Vallecas), la escena que afloró después de que un hombre, de 37 años y nacionalidad peruana, asesinara presuntamente a una chica de 20, hija de su ex pareja, este pasado miércoles.
Tal y como confirmaron fuentes policiales a EL MUNDO, entre el supuesto autor y la joven existía una relación, por lo que el crimen está siendo investigado como un posible caso de violencia de género.
El mismo varón ya había sido detenido el pasado 21 de diciembre por agentes uniformados tras agredir a ambas mujeres. Un día después, el 22, un juez dictó una orden de alejamiento que le prohibía acercarse a ellas, motivo por el cual se vuelve más enrevesado este caso.
La vivienda donde se acometió el homicidio era de un amigo del presunto autor. Y las mismas fuentes policiales precisan: «Vivían chista» con el envió de circulares a la Guardia Civil y a la Policía para que «intensifiquen las medidas», se «prime la valoración más favorable a las víctimas e hijos» y se ponga el foco en aquellos casos «difíciles de mujeres especialmente vulnerables o con agresores persistentes».
Miguel Lorente, profesor de Medicina Legal en la Universidad de Granada y ex delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, considera también que hay que «mejorar la valoración del riesgo porque se los dos ahí, ahora se está investigando cómo, pese a la orden de alejamiento, estaba la joven de 20 años en ese domicilio».
Fue el amigo del supuesto asesino quien dio la voz de alarma, llamando al 112. Cuando llegó a su casa se encontró a la joven apuñalada sobre la cama, que llevaba horas fallecida, y al varón peruano desangrándose de gravedad en el suelo tras haberse autolesionado.
Los facultativos de Samur-PC atendieron al hombre, que fue trasladado al Hospital 12 de Octubre donde permanece ingresado bajo custodia policial y en calidad de detenido. Su vida no corre peligro.
«Llevo 50 años aquí y conozco a medio barrio, pero ni idea de quién vivía aquí», contaba Gregorio, propietario de una tienda de toldos muy próxima al lugar de los hechos. Este vecino, «sorprendido» al enterarse del suceso, explica que el piso donde se encontró el cadáver, al igual que los cuatro contiguos, eran hace años «el Caja Madrid del barrio». Sin saber si estas propiedades siguen perteneciendo a alguna
hace de forma puntual» y plantea hacer este diagnóstico analizando al agresor, no sólo valorando la declaración de la víctima.
Ve problemas, asimismo, en la detección precoz. Por eso plantea una estrategia de «cribado universal» en los centros de salud por la cual los médicos realizarían una serie de preguntas a las mujeres destinadas para detectar posibles malos tratos. Esta idea surge a partir de una recomendación de la OMS y exigiría que los médicos pasaran «más tiempo» con los pacientes. Las víctimas permanecen entidad bancaria, remarcaba cómo ninguno tenía timbres, ni embellecedores ni mirillas: «Lo mismo no están aún ni entregados».
Sobre las 22.50 horas de este miércoles la Policía comenzó a preguntar a los residentes del edificio colindante si habían visto o escuchado algo durante las horas previas. «Les dije que no», deslizó la vecina que vive justo en el piso de arriba del inmueble del crimen, agregando a este diario: «Sólo sé que de todas las viviendas sólo una estaba ocupada».
Eve, quien observó durante varias horas cómo se desarrollaba todo el dispositivo sanitario y policial desde su balcón, también confirmó que el apartamento donde se produjo el asesinato era el «único habitado». En él observaba, en verano, entrar y salir a un hombre. «La ventana estaba abierta y veía a un señor, español, en el comedor», revelaba esta vallecana, quien concluye: «Desde este verano no le volví a ver, pero sabía que alguien seguía residiendo ya que subían y bajaban las ventanas, encendían las luces...».
una media de ocho años sufriendo violencia de género hasta que denuncian por primera vez.
Todo apunta a que este mes se batirá el récord desde que, en 2003, comenzó a hacerse balance. Oficialmente hay 10 asesinadas y dos heridas graves después de que ayer se consideraran violencia machista los casos de Bilbao y Escalona, pero están en investigación los de Benidorm, Vallecas y Soria. De confirmarse, se superaría la cifra máxima, alcanzada en diciembre de 2008 con 11 muertes. También se investiga
Las víctimas sufren ocho años de maltrato hasta que denuncian por primera vez
ahora como violencia de género el atropello de Brea de Tajo (Madrid).
Es diciembre, junto a junio y julio, el mes donde más asesinatos se producen. «Si no hay separación, las parejas conviven más en vacaciones.
En casos de separación, surgen problemas por las custodias, entregas y visitas de los niños y se dispara el riesgo», dice Besteiro.
«Los maltratadores tienden a aislar a las mujeres de su fuente de apoyo interno y, en fechas navideñas, ellas pasan más tiempo con su familia, algo que le da mucha rabia a los agresores. Se sienten más cuestionados», añade Lorente, que también cree que los homicidios previos de los primeros días de diciembre «pueden haber reforzado a los asesinos en su idea de matar».