Los hermanos mayores tienen más nivel educativo que los pequeños
Los primogénitos alcanzan mayor logro escolar porque reciben más atención de los padres
Los hermanos mayores alcanzan mayor nivel educativo que los pequeños. Los primogénitos pasan más tiempo en la escuela, lo que aumenta las probabilidades de tener éxito en la vida. El primer estudio en España que asocia el logro académico al orden del nacimiento de los hermanos señala que, descontando condicionantes socioeconómicos, el primer hijo estudia de media 7,2 meses más que el tercero. El tamaño de los grupos familiares también influye: los miembros de las familias numerosas están menos años escolarizadas que los de las familias más reducidas. El hijo único sale muy bien parado, pero lo mejor de todo es ser el primero de dos hermanos.
Miguel Requena, catedrático de Sociología de la Uned, ha publicado Birth order, sibling size and educational attainment in twentieth century Spain, una investigación que aborda el estudio de varias generaciones de españoles y confirma la evidencia internacional que atribuye mayores capacidades intelectuales a los hermanos mayores. Este tema apenas se ha tratado en nuestro país. El sociólogo Julio Carabaña encontró que el tamaño de las familias tenía efecto en el nivel de estudios. Ahora Requena añade que «tanto el número de hermanos como el orden de nacimiento son importantes factores de logro educativo» y constata la «supremacía educativa del primogénito». ¿Qué razones lo explican?
«Los hermanos mayores reciben más cuidado, tiempo, atención, espacio y dinero que los pequeños. Es la Teoría de la Dilución de Recursos: a cada hijo nuevo que llega le tocan menos trozos del pastel que hay que repartir. Eso también afecta a la energía de los padres para cuidar a los niños, porque no es lo mismo sacar a un primogénito adelante con 23 años que a un quinto hijo con 38 años», explica Requena.
La tesis es que, a medida que nacen los siguientes hijos, los padres cambian su comportamiento y tienden a leer, jugar o interactuar menos con ellos en actividades que promueven habilidades cognitivas. Se cansan, en definitiva, de intentar seguir al pie de la letra los manuales de buena parentalidad.
Requena añade que a la Teoría de la Dilución de Recursos de la que hablan los sociólogos hay que sumarle lo que los economistas llaman Teoría del Capital Humano, en donde «los padres tienen que elegir entre tener pocos hijos a los que darles menos o tener menos hijos a los que darles más».
También menciona la Teoría de la Confluencia, con la que los psicólogos justifican cómo «el ambiente intelectual del hogar empobrece con la llegada de un niño nuevo a la familia». «En las cenas familiares deja de hablarse de Kurosawa y todo gira en torno a Disney. El contexto de los primogénitos es más estimulante porque se crían en un entorno familiar con mayor madurez cognitiva», dice Requena.
Según su estudio, el primogénito sale siempre bien parado, independientemente del tamaño la familia, porque puede disponer de un tiempo de calidad con los padres, totalmente en exclusiva para él, que no disfrutan sus hermanos. En cambio, cuanto más pequeño es el hijo, hay menor logro educativo.
Pero, entre ser un hijo único y ser el primer hijo de dos, sale más a cuenta ser el primero de dos. Tiene 9,6 meses más de nivel educativo que el hijo único en términos brutos y 2,4 meses adicionales en términos netos, teniendo en cuenta la influencia de otros factores.
¿Por qué el hijo único no sale tan favorecido? «Por el efecto mentor», responde Requena. «El primer hijo hace de tutor del segundo. Son sólo dos niños y el primero tiene la oportunidad adicional de aprender enseñando cosas a su hermano, lo que le hace desarrollar más habilidades cognitivas. Mientras que el hijo único no tiene al hermano menor para entrenarse».
El estudio se ha realizado utilizando datos de la Encuesta Sociodemográfica del INE de 1991, que analiza las generaciones de españoles nacidas entre 1900 y 1965. Para corroborar los datos en cohortes de edad más recientes (nacidas entre 1987 y 1993), ha utilizado el censo de 2011. Tomando como referencia al hijo único, observa que los primogénitos en familias de dos o tres hermanos apenas tienen riesgo de abandonar tempranamente los estudios, pero, «cuanto más pequeños son los hermanos y cuanto mayor es el tamaño de la familia, mayor es el riesgo de abandono escolar temprano».
«Tanto el número de hermanos como el orden de nacimientos deprimen los resultados educativos», recalca Requena, que cree que estos datos pueden servir de utilidad en el diseño de políticas educativas, especialmente a la hora de tomar medidas para responder a los logros obtenidos por los distintos estudiantes.
El trabajo ha tenido también en cuenta la posible influencia de otros factores, como la situación socioeconómica de los progenitores, su edad y sus estudios, el lugar de residencia o la duración del intervalo entre nacimientos. También ha visto que tener un padre ausente reduce en un trimestre escolar el logro educativo alcanzado por el hijo. La edad de los progenitores, sin embargo, apenas tiene impacto en los resultados escolares, según esta investigación.
En cambio, sí hay diferencias por nivel socioeconómico. A las rentas bajas les afectan mucho más el tamaño de las familias y el orden de los hermanos. Las rentas altas, mientras tanto, «neutralizan con sus recursos económicos el efecto del tamaño de la familia, pero no el del orden de nacimiento». ¿Por qué? «Los primeros meses o años son cognitivamente muy importantes para los niños y los primogénitos tienen la ventaja de no tener que compartir el tiempo, la atención y el cuidado con nadie. Los efectos de esa ventaja les duran posteriormente».
Julio Carabaña apunta que «cada tamaño de familia genera una configuración y el quinto hermano empeora al primero, aunque en familias de cinco hijos el orden tiene menos impacto porque se hace una economía de escala en los recursos». En cualquier caso, «no es lo mismo ser el primogénito de cuatro, que alcanza menor logro, que el primogénito de dos», señala.
Tanto Carabaña como Requena recuerdan el trabajo del psicólogo estadounidense Frank J. Sulloway, que sostiene que el orden de nacimiento influye en el carácter porque se produce entre los hermanos una especie de competición para conseguir recursos limitados, como la atención de los padres. De este modo, los primogénitos serían más ambiciosos, dominantes y convencionales, porque habrían usado su superioridad en fuerza y tamaño para defender sus privilegios. Y los pequeños tenderían a cuestionar el orden establecido y desarrollar una personalidad más subversiva, más tendente a participar en revoluciones científicas o culturales.
En Nacido para rebelarse: orden de nacimiento, dinámica familiar y creatividad, Sulloway incluyó entre los primeros a los dirigentes políticos, grandes empresarios y dictadores (Mao, Mussolini o Stalin fueron primogénitos), mientras que en los segundos reconoció a líderes revolucionarios (Ghandi o Luther King), científicos (Copérnico o Darwin) y artistas (Chaplin). Otros estudios apuntan que los hermanos pequeños también tienen mayor propensión a la delincuencia y al crimen.
«En las cenas deja de hablarse de Kurosawa y todo gira en torno a Disney»
distancia que separan ambas poblaciones no fueron impedimento para enviarles un camión con siete toneladas de alimentos no perecederos y productos básicos. A las 120 familias afectadas por los impagos de esta localidad extremeña de 5.245 habitantes esta muestra de solidaridad les sirvió para cubrir las necesidades más perentorias de aquella Navidad.
Doce meses y una moción de censura después, que se llevó por delante a la alcaldesa socialista Ángela Murillo, el Ayuntamiento de Alburquerque sigue en «la más absoluta
El ex alcalde que quebró el municipio ha estado a sueldo del propio Consistorio
de las ruinas», según confiesa el nuevo regidor, el independiente Manuel Gutiérrez, que lleva siete meses en el cargo. Ni en época navideña pueden permitirse lujos porque «la quiebra es absoluta», aunque al menos ahora se vienen pagando, a trompicones, las nóminas y los gastos corrientes como luz y teléfono, que en su época fueron hasta cortados. Hay tanta precariedad que la empresa a la que se le adjudicó el alumbrado las últimas fiestas patronales ha donado algunas bombillas para decorar con motivos navideños mínimamente varias calles. Ante esta «dramática situación», la asociación empresarial local se ha prestado a organizar algunas actividades, como en el Castillo de la Luna, su principal reclamo turístico.
Sin embargo, se ha vuelto a encender la luz roja. La última nómina de noviembre –que en total asciende a 250.000 euros– no se pudo abonar hasta el pasado 22 de diciembre. El alcalde se afanaba en los días previos a la Nochebuena por conseguir la liquidez necesaria para ello. «Hacienda nos obligaba primero a liquidar un plan de empleo de 2021. Vamos parcheando como podemos, cada día un obstáculo nuevo, esto quema mucho personalmente».
Durante casi tres décadas, desde 1995, ejerció el poder el ex socialista Ángel Vadillo. Lo hizo en el más amplio sentido del término. Terminaría siendo condenado a dos años y seis meses de prisión por obstrucción a la Justicia y amenazas desde una emisora de radio a una mujer que se vio obligada a abandonar el pueblo. El todopoderoso alcalde fue indultado parcialmente en 2019 por el Gobierno de Pedro Sánchez y no entró en prisión, aunque quedó inhabilitado. Días antes de los últimos comicios, puso de candidata, aún con las siglas del PSOE, a la citada Murillo. Bajo su sombra, volvió a ganar las elecciones. Cuentan en el pueblo que colocaba a su antojo a todo el mundo en la administración local con contratos temporales, aunque no cobraran por su trabajo. A cambio, les servía para cotizar en la Seguridad Social, acumular el paro y obtener diferentes ayudas. Y a Vadillo para perpetuarse en el poder. El propio ex alcalde terminaría cobrando del Ayuntamiento al crear la figura de asesor municipal. Hasta 1.500 euros de nómina. De forma paralela, los casi 200 trabajadores municipales –siete con plaza fija y el resto fijos discontinuos o temporales– no recibían la suya durante un año. Fue tal el escándalo que la ejecutiva provincial socialista se vio forzada a expulsar a la alcaldesa, que al final cedió el bastón municipal tras una moción de censura el 10 de mayo tras salir más de una vez escoltada de los plenos ante la crispación que se generó por los impagos.
El nuevo gobierno encontró unos servicios municipales «paralizados y sin documentación oficial en la mayoría de los casos». La explicación es que «el vadillismo sigue teniendo muchas raíces en el Ayuntamiento…». Como ejemplo inaudito, se da el caso de que el abogado de Vadillo es el mismo que el del municipio debido a que el gobierno anterior lo dejó con un contrato «atado». Se comprobó hace unos días en una comparecencia en el juzgado, al ser detenido Vadillo por la Policía Local de Badajoz por conducir ebrio.
Aunque la auditoría encargada no ha finalizado todavía, la deuda municipal podría ascender a unos 15 millones de euros. No tienen ni para recuperar a los agentes de la Policía Local, que se habían marchado de la localidad en comisión de servicio. Dos intentaron regresar con el cambio de época, «pero comprobaron que seguían sin poder contar con recursos para trabajar», denuncia el agente Juan Pedro Pulido, que se puso en huelga de hambre seis días en la puerta del Ayuntamiento cuando empezó a no cobrar. El pueblo sigue sin policías. No hay multas ni seguridad en las calles. El nuevo equipo de gobierno, que no cobra, ha recurrido a cuatro alguaciles sin competencias legales para que al menos «coloquen y quiten vallas o atiendan el teléfono», admite el alcalde.
«Lo más importante ha sido el poder pagar los atrasos de las nóminas a través de una línea de ayuda del Ministerio de Hacienda», organismo que propicia que las sentencias firmes a favor que están consiguiendo en cascada los empleados se trasladen también al resto de demandantes que aún no han resuelto sus casos. Además, el Ayuntamiento ha conseguido concertar 29 plazas con la Junta y salvar el funcionamiento de las residencias de mayores. Llegaron a coexistir hasta ¡cuatro! mantenidas sólo con fondos municipales. La última que se abrió, Santa Lucía, semanas antes de las elecciones, le costaba al Ayuntamiento 22.000 euros mensuales de alquiler. Mañana se cerrará. Gutiérrez asegura que «aquí se hacían muchas cosas en negro y no es fácil encontrar pruebas y ponerlo todo en orden». Una visión algo distinta tiene el próximo candidato del PP, Luis Paniagua: «Si logramos gobernar se pedirán responsabilidades judiciales por delitos como prevaricación o malversación de fondos públicos».
Caminando por Alburquerque, los vecinos parecen haber recuperado, en parte, la sonrisa, quizás como un cuento mágico de esta época. Eso sí, entre tinieblas se escucha que Vadillo está dispuesto a volver a presentarse a las elecciones. Berlanga o ahora Netflix tendrían el argumento perfecto para rodar una película de éxito y no precisamente de ficción.