HOUSTON (Y MOSCÚ), TENEMOS UN PROBLEMA
EEUU y Rusia estudian cómo llevar otro vehículo a la Estación Espacial (ISS) después de que una fuga dejara averiada una ‘Soyuz’. Si una emergencia obligara a evacuar, sólo hay una nave para trasladar a cuatro de los siete tripulantes que hay en la actual
N PLENA GUERRA DE Ucrania, en la Estación Espacial Internacional (ISS) siguen trabajando fluida y cordialmente rusos y estadounidenses. Y en estas semanas, la NASA y Roscosmos lo están haciendo con particular intensidad pues están intentando resolver una de las mayores crisis que han sufrido en la ISS.
Actualmente hay en la estación siete tripulantes: tres astronautas de EEUU un japonés y tres rusos. Tres de ellos, se han quedado sin una nave espacial segura para volver a la Tierra. Y no sólo eso, durante una misión en la ISS la nave es también el salvavidas si ocurre una emergencia que oblique a evacuarla.
El 14 de diciembre, una fuga de líquido enfriante en la nave Soyuz MS-22 acoplada a la ISS obligó a abortar el paseo espacial de Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin. Estos dos cosmonautas llegaron a la ISS el 21 de septiembre junto al estadounidense
EFrank Rubio a bordo de esa misma nave, en la que se ha detectado un orificio de 0,8 milímetros por el que escapa el líquido que sirve para mantener la temperatura adecuada en la cabina. El plan es que regresen a la Tierra el próximo marzo, así que ese es el plazo del que disponen para ofrecerles un vehículo espacial.
La investigación abierta, en la que la NASA está ayudando a Roscosmos, ha descartado que el agujero fuera abierto por el impacto de un meteoro, como se sospechaba, pues el mismo día en que se produjo la fuga hubo fue la jornada álgia de una lluvia de meteoros, las Gemínidas. Los ingenieros creen que podría haberlo causado un minúsculo fragmento de basura espacial que por su tamaño, no haya sido rastreado, como apuntaron Joel Montalbano, jefe de la ISS en la
NASA, y Sergei Krikalev, director de los programas tripulados de Roscosmos, durante la rueda de prensa ofrecida para explicar el incidente que según las agencia de EEUU, no puso en peligro a los siete tripulantes. Otra hipótesis es que la fuga se produjera por un fallo del hardware de la nave.
Los otros cuatro tripulantes llegaron a bordo de una nave Crew Dragon de SpaceX, por lo que, con el vehículo Soyuz inoperativo –no está claro si podría aguantar un viaje de regreso a la Tierra–, si ocurriera una emergencia que obligara a evacuar la ISS, tres astronautas no podrían abandonarla.
Básicamente hay tres opciones para solucionar esta crisis. La primera y más arriesgada es traer de vuelta a los astronautas en la nave que ha sufrido la fuga, si se determina que no es posible que resista al viaje de regreso en esas condiciones. La solución que están estudiando es enviar otra Soyuz de reemplazo, pero en el mundo espacial las cosas no se pueden hacer de un día para otro. Un despegue no previsto tardaría meses en ser organizado, así que lo que se estudia es adelantar a febrero el despegue de la siguiente Soyuz (previsto para mediados de marzo con tres tripulantes), y que viaje vacía a la ISS para recoger a los tripulantes.
Mientras tanto, la
NASA baraja si es viable una tercera opción: ha consultado con SpaceX la posibilidad de solucionar el problema con una nave Dragon, según señaló un portavoz a Reuters. Lo que no se ha especificado es si lo que se plantean es que en la misma cápsula viajen más atronautas o lanzar otra nave a la ISS.
Aunque el jefe de Roscosmos, Yuri Borisov, dijo que esta semana informarían sobre cómo resolverán la crisis, no lo decidirán hasta enero.