El Pais (1a Edicion) (ABC)

Parcial y con peor audiencia

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El periodista José Antonio Sánchez fue llamado por José María Aznar en 2002 para dirigir la radio y la televisión pública. Se mantuvo en el cargo dos años, hasta la victoria de los socialista­s. Una década después, Mariano Rajoy le encomendó de nuevo la gestión de RTVE. Orgulloso de votar al PP, como reconoció en una comparecen­cia parlamenta­ria, en su segundo mandato Sánchez deja una televisión desprestig­iada en el terreno informativ­o y ampliament­e superada en audiencia por las privadas.

Los más críticos con la gestión de Sánchez, que ayer agotó su mandato, han sido los propios trabajador­es de RTVE, que han expresado públicamen­te su descontent­o con el rumbo informativ­o a través de la campaña Así se manipula. Con nombres y apellidos, han relatado casos de malas prácticas y revelado las presiones recibidas para orientar las noticias relacionad­as con los escándalos políticos y judiciales que han salpicado al PP. La consigna era “minimizar todo aquello que perjudicar­a al PP y ensalzar las polémicas que afectaban a la oposición”, según los periodista­s.

Sánchez deja unos telediario­s en los que brilla por su ausencia el pluralismo y la independen­cia. Una comisión del Consejo de Informativ­os de TVE trasladó un catálogo de “manipulaci­ones” a la Comi- sión de Peticiones del Parlamento Europeo. Las periodista­s han impulsado los viernes negros —por el atuendo de luto que visten en pantalla— como forma de protesta por el bloqueo de los políticos a la renova- ción de la cúpula directiva. Esta campaña ha sido respaldada de forma masiva, pese que Sánchez insistió en que los periodista­s de negro eran “una minoría minoritari­a”.

En casi cuatro años de gestión ha favorecido la contrataci­ón a productora­s afines al PP. En los últimos meses ha presentado al consejo de administra­ción acuerdos para la compra de contenidos que superan los 130 millones de euros. En este paquete destacan los contratos con la distribuid­ora Video Mercury, de Enrique Cerezo, que supera el millón de euros.

Sánchez ha ido externaliz­ado cada vez más parcelas de programas de actualidad, como La mañana, Aquí la Tierra o España directo. Una mala gestión del patrimonio ha dejado a TVE prácticame­nte sin platós. La venta de los históricos estudios Buñuel y la demolición de varias instalacio­nes de Prado del Rey afectadas por amianto han minado la capacidad de producción interna.

Con un 16,7% de audiencia en mayo, la cuota de pantalla de TVE dista mucho del liderazgo, que está en manos de Mediaset, con el 28,9%. En el plano financiero, el grupo estatal cerró el año pasado con una deuda de siete millones de euros, frente a los más de 80 millones registrado­s en ejercicios anteriores. El hecho de que el Gobierno de Rajoy accediera a devolver a RTVE lo que paga por IVA contribuyó a mejorar el resultado.

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