Sacos de dinero defraudado
Fajos y fajos de billetes de 50, 100 y 500 euros. En total, ocho millones de euros en metálico. Eso es lo que ha encontrado la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) en la mayor aprehensión de dinero en efectivo en Europa en una operación de blanqueo de capitales en lo que va de 2018. En colaboración con la Agencia Tributaria y Europol, el cuerpo armado ha desmantelado una organización criminal que se dedicaba a importar productos desde China sin pagar los impuestos correspondientes a la distribución de mercancías en países de la Unión Europea. El dinero estaba escondido en maletas, cajas de zapatos y envolturas de productos electrónicos. Al margen del efectivo encontrado, los agentes creen que el grupo puede haber evadido más de 40 millones de euros.
La Guardia Civil también localizó transferencias bancarias, todas hacia destinos fuera de la UE, por más de 31 millones de euros. Durante la Operación Alquimia se realizaron 23 registros domiciliarios y se arrestó a 13 personas en España, Rumanía y Portugal. Los detenidos se enfrentan entre otros, a delitos de blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública, pertenencia a organización criminal y contra el Mercado y los Consumidores.
“Nada de lo que comercian dentro de territorio nacional se queda en España, la gran mayoría lo evaden. Esto provoca un menoscabo a la libre competencia que perjudica al sector”, explicó ayer el comandante Antonio Balas de la Guardia Civil. El grupo criminal lograba ofrecer sus productos a un precio menor que lo podían hacer otros profesionales del sector que sí pagaban los impuestos. El 75% de los beneficios de la organización criminal, de procedencia asiática, eran transferidos a China y otros países de África y América Latina.
“Seguramente cuando analicemos toda la documentación la cantidad defraudada y evadida sea mucho mayor, aunque una gran parte no se va a poder evidenciar”, adelantó Balas. De momento calculan que la cuota defraudada en conceptos tributarios es un mínimo de seis millones de euros.
La organización comercializaba con falsificaciones de textil y productos como juguetes y calza- do. También diversificaban todas las salidas de dinero en efectivo a través de trenes, aviones y camiones “con ciudadanos asiáticos y de países de la UE para hacer opaco este método”, según comentó Balas. Además, el comandante se mostró preocupado porque asegura que en los últimos diez años el nivel de violencia “ha ido encontrando acomodo en estas organizaciones”. “Incautamos cuatro armas de fuego cortas, algo que hace unos años habría sido impensable”, declaró.
Por su parte, Mari Ángeles Marín, subdirectora general de Inspección e Investigación de la Agencia Tributaria, explicó que los detenidos “usaban empresas pantalla” y no solo defraudaban a través de los derechos de aduanas —al declarar un menor valor a la hora de introducir la mercancía—, sino que también lo hacían a través del IVA. “Utilizaban formulas que existen y que son legales para posponer pagar el impuesto. Luego la mercancía entraba en la economía sumergida y no lo pagaban”, aclaró.