El ‘Aquarius’ y el ‘Open Arms’ vuelven a rastrear frente a la costa libia
El Aquarius vuelve a patrullar frente a Libia tras la odisea de llevar a España a sus últimos rescatados. Exactamente 14 días después de recoger en una sola noche a 630 migrantes que tuvieron que ser trasladados a Valencia, el barco de Médicos Sin Fronteras y SOS Méditerranée llegó ayer a la zona frente a Libia para continuar con su misión de ayudar a pateras en peligro. También el barco de Proactiva, el Open Arms, está en esa área. Los puertos italianos siguen herméticamente cerrados para las ONG e incluso los mercantes están teniendo dificultades para dejar en tierra a los náufragos que recogen. Tampoco Malta ha abierto la puerta a nadie.
Hacia el norte, otro barco de una ONG, el Lifeline, amanecía por cuarto día a la espera de que algún puerto le permita desembarcar a los 239 migrantes salvados de ahogarse y el mercante danés Alexander Maersk está parado ante la ciudad siciliana de Pozzalo con aproximadamente un centenar de migrantes rescatados.
Pese a su postura de puertos cerrados, Italia no ha dudado en criticar a Malta por no aceptar al Lifeline. El ministro de Transporte, Danilo Toninelli, afirmó en Facebook que el buque estaba en aguas maltesas, que ningún otro país estaba coordinando operaciones y que por tanto las responsabilidades del Gobierno de La Valeta eran aún mayores. El Ejecutivo de Joseph Muscat insiste en que su país no es competente. “La inhumanidad de Malta es el espejo de la actitud de Europa”, dijo Toninelli. El barco de Proactiva, el Open Arms, y el Aquarius son ahora los dos barcos de ONG con más capacidad entre los que están desplegados frente a Libia. La batalla entre ONG, los Estados y laUE sobre los rescates en el Mediterráneo central, donde operan media docena de barcos humanitarios además de la Guardia Costera de Italia y sus crecientemente activos homólogos libios es cada vez más encarnizada. Cuando el Aquarius (y el Open Arms) se dirigían ayer a la zona donde siete pateras han pedido auxilio, el puente de mando recibió un mensaje de correo electrónico de que “la Guardia Costera de Libia asume la responsabilidad de los casos SAR (de rastreo y rescate)”, es decir, que delega las operaciones de salvamento en los libios. Según la ONG española, hay unas mil personas en las embarcaciones en apuros.