Amelia Bono y Manuel Martos ya no son hijos de papá
hizo militante socialista a los 19 y llegó a ser 11 años presidente de Castilla-La Mancha, ministro de Defensa entre 2004 y 2006 y presidente del Congreso de los Diputados entre 2008 y 2011. La chispa que convierte a dos extraños en colegas entrañables forjó la relación de estas dos familias que forman parte, cada una en su terreno, de la historia reciente de España. Del roce de los padres surgió una historia de amor entre hijos que terminó por convertir a los amigos en familia. Tampoco tiene ningún conflicto Manuel Martos a pesar de la alargada sombra musical de su padre. “Está claro que la comparación fue inevitable”, comentó a EL PAÍS el pasado enero sobre lo que pudo pesar ser hijo de Raphael en su carrera como intérprete. “Creo que no me perjudicó, y si lo hizo no me importa. Lo disfruté y ya está. Estoy orgullosísimo de ser hijo de quien soy. Me dedico a esto por haber absorbido de él tanta música”, añadió.
En la decisión de ella, que se declara de izquierdas, ha pesado, según fuentes de su entorno, el que su padre figure ya en un segundo plano político y las ganas de estrenarse artísticamente. En la de él, que la productora Gestmusic, la misma que está detrás del concurso de baile en el que participa su mujer, buscaba sumar un jurado profesional al espacio y Martos se ha ganado su lugar entre los ejecutivos de una de las más prestigiosas discográficas en España.
Él repetirá en la próxima edición de Operación Triunfo; ella probablemente volverá a su trabajo y a contar con humor en su Instagram cómo concilia su vida de trabajadora y madre de familia numerosa. Pero para los más jóvenes, José Bono y Raphael son ya los padres de la bailarina de la tele y del jurado del concurso de talentos musicales y no al revés.