“Los planes ante un Brexit duro nos han costado 45 millones”
Leif Johansson (Gotemburgo, 67 años) es presidente no ejecutivo de AstraZeneca, la quinta farmacéutica más importante del mundo, de capital anglo-sueco pero cuya sede central está en Cambridge (Reino Unido). Antes estuvo al frente de la compañía Volvo. Es consciente de que, si finalmente no hay acuerdo entre Londres y Bruselas y se impone un Brexit duro, no es lo mismo gestionar medicamentos que automóviles. “No debemos llegar a una situación en la que la población nos diga de repente: “¿Por qué no nos avisaron?”, advierte.
Pregunta. El presidente de la Asociación de Farmacéuticas Británicas, Mike Thompson, ha dicho que no está seguro de que los políticos entiendan a qué hace frente el sector con el Brexit. ¿Comparte esa afirmación?
Respuesta. Sí, por eso estoy haciendo esta entrevista. La complejidad de la industria farmacéutica, con su flujo constante de mercancías atravesando las fronteras, y todas las licencias y certificaciones que eso requiere, no es algo que puede reajustarse de la noche a la mañana. Por eso estamos intentando asegurar que los medicamentos lleguen a los pacientes durante un periodo de tiempo que puede ser muy incierto. No creo que los políticos, a uno y otro lado del Canal de la Mancha, busquen provocar un desabastecimiento de modo intencionado. Pero se echa en falta un mayor entendimiento de lo complejo que es este sector, y de cuáles pueden ser las consecuencias no intencionadas. No podemos llegar a una situación en la que la gente nos pregunte: ¿Por qué no nos avisaron? P. ¿Y qué sería necesario? R. En primer lugar, un periodo de transición serio, que no obligue a cambiar demasiadas cosas. Y que ayude a eliminar la incertidumbre actual. Aunque, evidentemente, ese periodo transitorio algún día terminará. Así que cuantas más certezas tengamos, mejor. El Gobierno de Reino Unido ha dado un paso importante al comprometerse a aceptar los medicamentos que sean aprobados por la Agencia Europea de Medicamentos. Yo defendería que Bruselas hiciera lo mismo con la futura agencia británica de medicamentos.
P. ¿Qué preparativos han llevado a cabo en AstraZeneca?
R. Desde que se aprobó el Brexit en referéndum hemos estudiado alternativas al suministro procedente de Reino Unido. Para nosotros la alternativa obvia es Suiza. Contamos con las instalaciones necesarias para llevar a cabo el plan, pero es duplicar esfuerzos, que ya nos ha costado 45 millones de euros. Si el Brexit llega sin acuerdo no podríamos producir y entregar a tiempo algunos medicamentos. Así que estamos acumulando reservas de esos medicamentos y transportándolos a almacenes cercanos al mercado de destino, en vez de esperar y tener que cruzar la frontera.
P. El Gobierno de Reino Unido les ha pedido que preparen reservas para seis semanas. ¿No es demasiado alarmista?
R. Absolutamente, pero esa es la realidad. Si surgen nuevas fronteras, la cifra de camiones que hoy circula ya es desorbitada. Si les hacen pararse, inspeccionan la mercancía, comprueban los documentos y todos esos detalles, así, de repente, a partir del 29 demarzo, el esfuerzo será descomunal.
P. ¿Cree que la seguridad interna o el intercambio de medicinas no reciben la necesaria atención en las negociaciones?
R. Creo que a veces se mezcla