La UE busca rebajar con un pacto comercial la tensión con EE UU
La Unión Europea dio ayer un primer paso para rebajar las tensiones comerciales con Estados Unidos al remitir a los Veintiocho las directrices para negociar un nuevo acuerdo comercial que podría incluir rebajas a los aranceles sobre los automóviles norteamericanos. Las conversaciones, que excluyen los productos agrícolas y ganaderos pese a las demandas de EE UU, se centrarían en eliminar las cargas a todos los bienes industriales. El documento remitido a las capitales advierte, no obstante, de que la Comisión suspenderá las negociaciones en caso de que la Administración de Donald Trump decida imponer nuevos aranceles.
Europa quiere destensar unas relaciones enturbiadas por Trump el pasado junio. Bajo el argumento de la seguridad nacional, Estados Unidos impuso impuestos al acero (25%) y al aluminio (10%) procedentes de la Unión Europea, México y Canadá. Bruselas contestó con cargas sobre las motocicletas HarleyDavidson o el whisky Bourbon. En esa escalada, Trump amenazó a uno de los sectores más sensibles para Europa y, en especial, para Alemania: el automovilístico. Ante la propuesta de imponer aranceles del 25% a los coches, el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, viajó a Washington y logró una tregua de Trump. La comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, ha mantenido desde entonces conversaciones con el representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer. “Estamos preparados para poner nuestros aranceles a los coches sobre la mesa de negociación como parte de un acuerdo más amplio si Estados Unidos acepta trabajar juntos para lograr un arancel cero en todos los bienes industriales”, sostuvo ayer.
Sin embargo, el próximo febrero el Departamento de Comercio de Estados Unidos decidirá si las importaciones de automóviles suponen otra “amenaza” para la seguridad nacional. En caso de que así lo concluya, podría aplicar aranceles al sector. Trump ya avanzó en agosto que la idea de la UE le parecía “insuficiente”, puesto que los europeos, dijo, no compran coches norteamericanos.
Ante la amenaza de una segunda fase en esa guerra comercial, la Comisión sostiene que suspenderá las negociaciones en caso de nuevas medidas o restricciones al comercio con Europa.