Mueren 46 personas al incendiarse un autobús en una autopista en Bulgaria
Las víctimas regresaban a Macedonia del Norte tras un viaje turístico por Turquía
Un total de 46 personas, entre ellas 12 menores, murieron en la madrugada de ayer al volcar e incendiarse un autobús en una autopista en el oeste de Bulgaria, a unos 32 kilómetros al sur de Sofía, en el siniestro de este tipo más mortífero de la última década en Europa. La mayoría de las víctimas eran del norte de Macedonia —también fallecieron un ciudadano belga y otro serbio—, donde estaba registrado el autobús, y regresaban a Skopje tras un viaje turístico a Turquía. “Es una tragedia aterradora”, declaró el primer ministro de Macedonia del Norte, el socialdemócrata Zoran Zaev, quien viajó inmediatamente a Sofía. Siete personas sobrevivieron al accidente y fueron ingresadas en un hospital de la capital con quemaduras y heridas leves.
La tragedia se produjo en torno a las dos de la madrugada (hora local). Según las primeras informaciones, el autobús volcó tras chocar en medio de la oscuridad con una barandilla. Casi todos los pasajeros murieron en las llamas. Vasko Pirgov, experto del Ayuntamiento de la cercana ciudad de
Pernik, afirmó que el vehículo “viajaba con una velocidad superior a los 100 kilómetros por hora”. “La rueda derecha frontal chocó con una señal de tráfico que voló unos 45 metros. Además,
está pinchada al menos diez veces y por el tramo desde donde estaba la señal hasta donde quedó el autobús hay un reguero de diésel”, añadió. El experto cree que la explosión que dijeron haber oído algunos de los supervivientes pudo haber sido el ruido de la rotura de la rueda. El autobús se llevó también por delante la medianera de la autopista, lo que pudo causar chispas, así como la rotura e inflamación del tanque de combustible, según la investigación.
Los siete supervivientes, que estaban en la parte trasera del vehículo, “consiguieron romper una de las ventanas” y escapar de las llamas; “todos son miembros de la misma familia”, dijo el ministro de Sanidad de Macedonia del Norte, Venko Filipce. “Los supervivientes están traumatizados, han perdido a sus familiares, a sus hijos”, dijo Maya Arguirova, directora del centro de tratamiento de quemados al que fueron trasladados. “El conductor murió en el acto, así que no hubo nadie que abriera las puertas”, explicó el jefe de la policía, Stanimir Stanev.
Las imágenes de las cadenas de televisión mostraban la carcasa ennegrecida del autobús, que chocó con fuerza contra el guardarraíl. No hubo otros vehículos implicados en el accidente. El ministro del Interior búlgaro, Boyko Rashkov, describió el lugar del siniestro como “una escena aterradora”. “Nunca he visto algo así”, confesó a los periodistas.
La carretera había sido renovada recientemente con fondos de la UE. Según una asociación de seguridad vial, había tramos muy empinados sin línea divisoria. El Gobierno descartó que el estado de la autopista pudiera ser la causa del peor accidente de autobús ocurrido en Bulgaria desde que, en agosto de 2018, murieran 20 turistas al salirse otro autobús de la carretera bajo una lluvia torrencial al norte de Sofía.