Un documental de la realeza inquieta a Buckingham
La Casa Real acusa a la BBC de presentar “afirmaciones infladas” como hechos en la serie ‘Los príncipes y la prensa’
El documental tenía los ingredientes para enervar al palacio de Buckingham, a Clarence House y al palacio de Kensington. Es decir, los equipos de Isabel II, de Carlos de Inglaterra y del príncipe Guillermo. The Princes and the Press (“Los príncipes y la prensa”), cuyo primer capítulo emitió el lunes la BBC, prometía abordar todo aquello que en los últimos años ha soliviantado a la casa real del Reino Unido: la tóxica relación entre los tabloides y los miembros más populares de la casa de Windsor. Una bomba que estalló con la incorporación a la familia de Meghan Markle, esposa del príncipe Enrique. Y, sobre todo, con las guerras internas con cuchilladas entre los equipos de comunicación de los príncipes y las duquesas.
El rechazo de la cadena pública a que Buckingham echara un vistazo previo a la emisión del contenido agitó aún más los nervios. Y el hecho de que el conductor del documental fuera Amol Rajan —periodista abiertamente republicano, que ha definido la monarquía como algo “absurdo” y a los medios británicos como su “aparato de propaganda”— no auguraba nada bueno para el equipo de cortesanos. De hecho, Buckingham, Clarence House y Kensington realizaron una maniobra preventiva insólita: emitieron un comunicado conjunto antes de ver el documental. La BBC lo reprodujo al final del primer episodio: “Una prensa libre, responsable y abierta es de vital importancia para una democracia sana. Sin embargo, demasiado a menudo, se presentan como hechos afirmaciones infladas y sin fundamento por parte de fuentes anónimas. Y resulta decepcionante cuando cualquiera, incluida la BBC, les otorga credibilidad”.
El documental ha dado unas muestras de rigor y seriedad en su análisis a las que el Reino Unido está poco acostumbrado cuando se trata de la familia real. “Guillermo y Enrique, con su creciente popularidad, pasaron a formar parte de ese pacto implícito que existe entre la monarquía y los medios. Llamémoslo ‘el acuerdo”, explicaba Rajan. “El acuerdo con los Windsor consiste en dejarles vivir en sus palacios y obtener parte del dinero de los contribuyentes, a cambio de que permitan acceso a la prensa; de un constante suministro de historias que les garantiza una cobertura favorable”, describe el periodista el contenido del documental.
El listado de entrevistados es sustancial: de los primeros espadas en la prensa de la realeza a reputados periodistas políticos, como Andrew Marr. Pero las dos intervenciones más impactantes son las de Gavin Burrows y la de Jenny Afia, abogada de Markle. Burrows, un detective privado, confiesa cómo intervino el teléfono de una novia del príncipe Enrique, Chelsy Davy, para rastrear su historial médico, en busca de un posible aborto, y amoroso. “Me siento mal; formé parte de un grupo de personas que robó a Enrique sus años de adolescencia”, admite Burrows, que trabajaba para The Sun y News of The World, ambas publicaciones propiedad de Rupert Murdoch.