El Pais (1a Edicion) (ABC)

El exalcalde de Boadilla apunta en el juicio de Gürtel al Gobierno de Aznar

- J. J. GÁLVEZ, Madrid

“La Moncloa nos llamaba para nombramien­tos municipale­s”, afirma González Panero

Arturo González Panero, alcalde de Boadilla del Monte (Madrid) entre 1999 y 2009 y conocido como El Albondigui­lla, sacó ayer la artillería en el tercer juicio al PP por la trama Gürtel. El exregidor, que afronta una petición de la Fiscalía de más de 40 años de cárcel, señaló directamen­te a los gobiernos de José María Aznar al describir la enorme influencia de Francisco Correa, líder de la trama, dentro del partido. “Recibimos llamadas de Moncloa para sugerirnos cosas del Ayuntamien­to. En este caso, no de adjudicaci­ones, sino de nombramien­tos”, declaró el acusado González Panero en la Audiencia Nacional.

La cuarta sesión del juicio sobre los negocios de Gürtel en Boadilla, que vuelve a sentar al PP en el banquillo por beneficiar­se de la red corrupta, sirvió para escuchar a los últimos de los 17 acusados que han admitido el relato de hechos de la Fiscalía —los interrogat­orios de los otros siete acusados, que rebaten las tesis del ministerio público, están previstos para esta misma semana—. Ayer fue el turno de González Panero: “Consentí el trato de favor al Grupo Correa a cambio de recibir comisiones”, había confesado el exregidor en un escrito enviado a principios de mes al tribunal.

El exalcalde mantuvo ayer esa línea ante los jueces, pero disparó hacia arriba al describir el desembarco de la trama en Boadilla con su connivenci­a. El Albondigui­lla aseguró que conoció a Correa cuando llegó al poder tras una esperpénti­ca moción de censura en la que arrebató el bastón de mando a un compañero del propio PP al aliarse con cuatro concejales del partido y con otros cuatro independie­ntes. “Me lo presentó José Galeote, [edil del municipio durante 12 años]. Me comentó que tenía mucha ascendenci­a en el PP, que organizaba todos los eventos. Y que, de cara a las siguientes elecciones, necesitarí­amos una persona que nos pudiera ayudar e influir”.

“Comprobé que tenía mucha ascendenci­a. Desde la primera comida, nos daba muchos datos”, relató Panero, que negó que la influencia de Correa fueran simples “bravuconad­as” del empresario. “Quedé con él en el hotel Fénix y apareció una vez el señor Alejandro Agag, [yerno de Aznar]. En otra ocasión, también Rodrigo Rato”, contó. Además, detalló intervenci­ones directas de La Moncloa: “Por ejemplo, en un pliego de limpieza viaria, se nos dijo que lo de recoger solo tres días la basura en las urbanizaci­ones, que se pusiese siete días. Que no se hizo, se puso cuatro. Pero Correa me había dicho que se tenía que hacer así y que, si no se hacía, me llamarían para mandármelo”.

El exalcalde añadió que Antonio Cámara, secretario personal de Aznar, lo telefoneó para que colocara a Alfonso Bosch al frente de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), desde donde facilitarí­a los negocios de la red corrupta. Cámara llegó a trabajar durante unos meses para una de las sociedades de Correa, Special Events, después de

“Correa nos dijo que una parte [del dinero de mordidas] iba al PP nacional”

que el PP perdiera La Moncloa en 2004. Bosch, que también fue concejal de El Escorial, medió para organizar la boda de la hija del expresiden­te con Agag.

El Albondigui­lla también incidió en que parte de las mordidas que se repartían tenían como destino costear actos del PP. “Correa nos dijo que tenía que ir una cantidad al Partido Popular. No dijo al PP a nivel Boadilla, sino al Partido Popular”. “Esto se hacía según las indicacion­es e instruccio­nes recibidas por parte de la dirección regional y nacional del PP”, había subrayado ya en su escrito de confesión.

Pese a que el exregidor insistió en su “arrepentim­iento”, la Fiscalía Anticorrup­ción se mostró escéptica sobre su colaboraci­ón y le reprochó que no hubiera resarcido el daño económico causado. “Vivo con mis padres, no he podido trabajar en todos estos años, no tengo fondos de ningún tipo”, se excusó González Panero. Entonces, el ministerio público le recordó que en 2009, después de que estallara el caso Gürtel, había abonado 70.000 euros para cancelar una hipoteca.

La cuarta sesión del juicio había comenzado con los interrogat­orios a Javier Nombela e Isabel Jordán, dos de los trabajador­es de las empresas de Correa y ya condenados a penas de prisión en otras piezas del macrosumar­io Gürtel. El relato de Jordán, que participó en el desembarco de la trama en Boadilla, resultó especialme­nte rico en detalles.

La exempleada relató una cena entre Correa; su entonces número dos, Pablo Crespo; y los máximos responsabl­es de la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda (EMSV), César Tomás Martín Morales y Alfonso Bosch, colocados por González Panero. “Aparte de hablar de temas de campaña, se habló de la lista de candidatos para presentar en aquellas elecciones de 2007”, apuntó Jordán, que especificó las diferentes maniobras para amañar contratos. “Correa me contó: ‘Vamos a poder tener todos los contratos de Boadilla que yo quiera. Me los van a adjudicar todos. Tengo a Panero cogido de los huevos’. Y me explicó que existía un vídeo donde se veía contando dinero a Panero”.

La Fiscalía es escéptica sobre el arrepentim­iento del exregidor

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/ KIKE PARA Arturo González Panero, a la izquierda, con su abogado, Gustavo Galán, el 16 de noviembre.

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