Una tanqueta del Ejército causa un choque entre PSOE y Podemos
Díaz llamó a Marlaska para pedir la retirada del vehículo
El uso de una antigua tanqueta del Ejército por la Policía Nacional durante los disturbios provocados por la huelga del metal en Cádiz ha suscitado un encontronazo entre los socios del Gobierno, PSOE y Podemos. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, llamó el lunes al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para pedirle que retirara el vehículo del dispositivo policial, y ayer transmitió también su malestar a La Moncloa. “Los obreros de Cádiz no son delincuentes, están defendiendo sus derechos”, afirmó
Díaz, cabeza visible de Unidas Podemos en el Gobierno. “Pido respeto absoluto para los manifestantes de una provincia que sufre paro y desesperación”.
Marlaska, a preguntas de este diario, no aclaró si la tanqueta se volverá a utilizar y se limitó a señalar: “Vamos a garantizar la seguridad de todos los manifestantes”. La tanqueta es un antiguo blindado del Ejército cedido en 2017 a la Policía para reforzar las Unidades de Intervención Policial (UIP), los conocidos como antidisturbios.
Su irrupción el lunes en barriadas obreras de Puerto Real y San Fernando desató las protestas vecinales y un gran revuelo en las redes sociales. La queja expresada en el seno del Gobierno por Yolanda Díaz estuvo acompañada de críticas públicas de varios dirigentes de peso de Unidas Podemos. El presidente de su grupo parlamentario, Jaume Asens, se dirigió a Marlaska durante el debate en el Congreso sobre los presupuestos del Ministerio del Interior para reclamarle: “Saque la tanqueta de las calles de Cádiz”. “Lo que necesitan los obreros es trabajo, no tanquetas”, dijo Asens, quien insinuó que la Policía no usa el mismo rasero en todas las protestas callejeras: “No las vimos en Núñez del Balboa ni en las manifestaciones neonazis de Chueca”.
Otros dirigentes, como el secretario de Estado para la Agenda 2030 y secretario general del PCE, Enrique Santiago, y el exvicepresidente Pablo Iglesias, se manifestaron en el mismo sentido en las redes sociales. “La diferencia de trato a las movilizaciones”, escribió Iglesias en Twitter, “dependiendo de si son de izquierdas o de derechas es una constante en los operativos de las UIP, pero usar material militar contra los trabajadores en Cádiz es un salto cualitativo. Se equivoca Interior permitiendo esto”. Además del malestar expresado también por otras fuerzas de izquierda como Más País, incluso la portavoz adjunta de Vox, Macarena Olona, deslizó una crítica al ministro por este motivo: “Si es en Cádiz, mandan tanquetas, pero en Cataluña, no”, dijo en el Congreso.
Tras la queja de Díaz a La Moncloa y al Ministerio del Interior, el vehículo no se volvió a sacar ayer,
pero únicamente “porque no había barricadas”, según fuentes policiales. El blindado, afirma la Policía, solo se emplea para retirar obstáculos y no contra los manifestantes. Pese a los reproches del socio minoritario del Ejecutivo, Marlaska y la parte socialista han evitado concretar si el vehículo se empleará de nuevo.
En una entrevista en la Cadena SER, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández Peñalver, aseguró que se sacará a la calle “en momentos puntuales de una situación de máxima tensión” y subrayó que el vehículo “no está dotado con medios de ataque”. Los socialistas sostienen que la Policía ha actuado de forma “equilibrada” y “conforme a los protocolos”. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, defendió que las fuerzas de seguridad actúan con la “ponderación necesaria” para garantizar el orden público y el derecho de manifestación.