La derecha portuguesa busca su alternativa a Costa
Diferencias en política social
Los partidos que más están sufriendo por el adelanto electoral en Portugal se encuentran en la oposición. Tanto el Partido Social Demócrata (PSD) —de centroderecha y la única alternativa con opciones de gobierno frente al Partido Socialista (PS)— como el minoritario Centro Democrático y Social (CDS) se encontraban en plena convulsión interna cuando el rechazo a los presupuestos desencadenó una convocatoria electoral. En lugar de en 2023, las legislativas se celebrarán el próximo 30 de enero.
A dos meses de la cita, el PSD desconoce quién será el candidato que aspirará a sustituir al primer ministro socialista, António
Costa. Mañana, unos 46.000 militantes escogerán en unas primarias quién liderará la formación y el cartel electoral. Se baten el presidente del partido, Rui Rio, y el eurodiputado Paulo Rangel.
Rangel cuenta con el apoyo del aparato frente a Rio, que está apelando al “voto libre” de la militancia ante la influencia en el proceso de cargos medios del PSD que le han dado la espalda. Ni siquiera los buenos vientos de las municipales de septiembre, en las que el PSD recuperó las alcaldías de Lisboa y Coimbra, han apuntalado a Rio ante el aparato. Así, mientras el eurodiputado ha celebrado numerosos actos por todo el país, Rio ha apostado por el contacto directo con la militancia, que considera que le beneficia.
La vieja guardia del PSD no habla en público de sus preferencias, pero los signos que ha dado muestran más complicidad hacia Rangel. En un artículo publicado en octubre en el semanario Expresso, el expresidente de la República Aníbal Cavaco Silva criticó a los suyos por ejercer “una oposición política débil, sin rumbo”. También describió al PSD como “desprovisto de estrategia”. El hombre de moda en el centroderecha luso, el alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, se dejó ver en un restaurante con Rangel, al que definió como “un amigo”.
Incluso el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa,
Los candidatos del conservador PSD coinciden en poner el foco sobre la economía, la mejora de los salarios en Portugal y reformas estructurales. Aunque con distintas fórmulas, ambos defienden bajadas de impuestos.
Las mayores diferencias se registran en políticas sociales. A Rui Rio se le ubica en el centro. Paulo Rangel, que habló públicamente sobre su homosexualidad en una entrevista en la cadena de televisión SIC, es visto como el líder que reforzará los valores de derechas en el PSD. La regulación sobre la eutanasia, que todavía está en fase de tramitación, enfrenta a ambos: Rangel defiende un referéndum; Rio votó en contra.
Este asunto alteró divisiones tradicionales entre derecha e izquierda: los comunistas, por ejemplo, votaron en contra de la regulación.
Rui Rio y Paulo Rengel, pesos pesados del conservador Partido Social Demócrata, se disputarán el liderazgo en unas primarias