Un tribunal de Egipto condena a muerte a 22 supuestos yihadistas
Los sentenciados han sido declarados culpables de perpetrar 54 ataques terroristas
Un tribunal de Egipto confirmó ayer la condena a muerte de 22 supuestos extremistas yihadistas por cometer una cincuentena de operaciones terroristas, incluido el asesinato de un alto cargo de los servicios de inteligencia y por formar parte del grupo extremista Ansar Beit al-Maqdis, antiguo nombre de la filial del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) en Egipto, según informaron fuentes judiciales a la agencia France Presse. Las sentencias se dictaron pese a los numerosos llamamientos recientes de grupos de derechos humanos pidiendo la suspensión y la moratoria indefinida de la pena capital tras el fuerte aumento de las ejecuciones en el país a lo largo de los dos últimos años.
Los condenados fueron declarados culpables de pertenencia a Ansar Beit al-Maqdis, que juró lealtad al ISIS en 2014 y pasó a llamarse Provincia del Sinaí, región donde tiene su base. En total se les atribuye la autoría de 54 operaciones terroristas, entre ellas un intento de asesinato contra Mohamed Ibrahim, ministro del Interior egipcio entre 2013 y 2015. La sentencia no puede ser recurrida porque fue dictada por el Tribunal de Casación, la máxima instancia de apelación en el país, que confirmó también la pena de prisión de otras 118 personas juzgadas por el mismo caso.
Los 22 hombres condenados actuaron, según AFP, bajo la dirección de Hisham al-Ashmawy, un exoficial de las fuerzas especiales egipcias que se convirtió en uno de los líderes más importantes del grupo hasta que se desvinculó después de que este jurara lealtad al ISIS. Al-Ashmawy era una pieza clave para aportar a la organización tácticas de guerrilla y uso de explosivos empleados para ejecutar algunos de sus atentados más destacados. A pesar de que Al-Ashmawy fue juzgado junto a los otros 22 integrantes del grupo, fue declarado culpable con anterioridad y ejecutado en marzo de 2020.
Aunque muchas de las condenas a muerte no se llevan a cabo, varios grupos de derechos humanos en Egipto y en el exterior han documentado un pronunciado incremento de las ejecuciones en el país desde 2020, cuando Amnistía Internacional (AI) registró al menos 107. Hasta principios de este mes, la organización había contabilizado al menos 83. Muchos de los sentenciados fueron sometidos a procesos injustos, según AI, y en algunas ocasiones fueron ejecutados en secreto sin informar a su familia. En el caso de los 22 condenados ayer se desconoce cómo se ha desarrollado el proceso.
Egipto se enfrenta desde 2013 a la insurgencia yihadista en el norte de la península del Sinaí, especialmente después del derrocamiento del presidente islamista Mohamed Morsi en el verano de aquel año. En un intento de aplacarla, el Ejército anunció en febrero de 2018 una gran campaña en la zona, en la que ambas partes han sido acusadas de graves crímenes por grupos de derechos humanos.
En los últimos meses, la seguridad en la región ha experimentado un cambio significativo y los militares han logrado recuperar el control, según observan los analistas, pese a que todavía pesan fuertes restricciones sobre la población civil.
A principios de noviembre, AI alertó de que al menos 36 personas se encuentran en peligro de ser ejecutadas en cualquier momento tras haber sido condenadas a la pena capital por tribunales de excepción en juicios que consideró injustos. De ellas, 16 fueron sentenciadas en julio por perpetrar o ayudar en un ataque a un autobús de la policía en el noroeste de El Cairo en agosto de 2015 en el que murieron tres agentes. Los otros 22 fueron entre 2019 y 2021 por asesinato, atentados con bomba y pertenencia a grupos terroristas.
Poco antes, a mediados de junio, el Tribunal de Casación egipcio confirmó las condenas a muerte de otras 12 personas, entre las que figuraban por primera vez altos cargos de los Hermanos Musulmanes, tras un juicio contra más de 700 personas por su participación en las protestas a favor de Morsi en 2013.