Andalucía entra en tiempo de descuento electoral
Moreno Bonilla acusa a Vox de “traicionar” el cambio político
El Parlamento de Andalucía se ha adentrado de lleno en tiempo de descuento y en un compás de espera hasta que la única persona con firma autorizada para rubricar el decreto de convocatoria de las elecciones pulse el botón. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno (PP), tiene agenda prevista hasta primavera, cuando muchos creen que se celebrarán las elecciones. Y guarda varios decretos leyes como los que afectan a las modificaciones presupuestarias para adaptar a 2022 unas cuentas que los grupos de Vox y de todo el arco de la izquierda tumbaron el pasado miércoles. Moreno está ya enfundado en traje de faena: a Vox, su hasta ahora socio de investidura y de legislatura, lo acusó ayer de “traicionar el cambio” político en Andalucía.
Moreno ha dejado atrás las palabras condescendientes con la ultraderecha, con la que ha aprobado tres presupuestos autonómicos. El pegamento del cambio político en Andalucía que hizo posible una alianza de PP, Ciudadanos y Vox para poner fin a casi 37 años de mandatos socialistas, ya no aglutina. Ese acuerdo permitió concesiones a Vox en el terreno ideológico, aunque con escaso impacto presupuestario.
De manera clara la ruptura con la ultraderecha se vio en la sesión de control del Parlamento, 24 horas después de que Vox sacara adelante su enmienda de devolución del Presupuesto. Esta derrota ha supuesto un antes y un después en las relaciones políticas, pese a que Vox y el PSOE apoyaron ayer la llamada ley del suelo, la norma estrella del Gobierno de coalición, junto con las rebajas fiscales.
Moreno recriminó a Vox estar teledirigido desde Madrid por Santiago Abascal y sacó a pasear el argumento de la pinza con la izquierda, que al PSOE le parece “ridículo”. Su portavoz, Ángeles Férriz, recordó el audio del vicepresidente de la Junta, Juan Marín (Cs), en el que califica de “estupidez”
aprobar el Presupuesto en año electoral. Pero el líder del PP tiene otro con más impacto en el electorado: “¿Cómo el PSOE no es capaz de pactar con un partido moderado los Presupuestos y sí con los herederos de ETA y los independentistas?”.
Vox tiene también pergeñado su argumentario electoral. Su tesis es que el PP ha incumplido no solo lo que firmaron en sus acuerdos de investidura, sino que “se ha vuelto socialista” y se dedica a gestionar “la herencia” del PSOE sin propiciar ningún cambio real. Frente a las prisas de Vox por abrir los colegios electorales, Moreno se mantiene en sus trece de no convocar las urnas de inmediato. Fuentes próximas al presidente andaluz indicaron que “no hay prisas” y que hasta marzo y abril tiene agenda.
Y mientras Moreno mantiene una hoja de ruta que no ha desvelado, en el PSOE, en Cs y en Unidas Podemos cruzan los dedos por que las elecciones sean lo más tarde posible. Los socialistas tienen un candidato a la Junta, Juan Espadas, que es un gran desconocido en Andalucía, pero está a tiempo parcial. Su prioridad es sacar adelante como alcalde los presupuestos del Ayuntamiento de Sevilla para garantizar la estabilidad de la principal alcaldía en manos del PSOE. Espadas maneja sus tiempos y sus ritmos empiezan a inquietar a los suyos. Ha atrasado el nombramiento de Antonio Muñoz como sucesor y sopesa proponerse como senador por la comunidad en la recta final de la legislatura, una decisión que en su partido no se cuestiona, aunque algunos no la comparten. El Senado le daría un salario público y, según su entorno, “cobertura institucional”. Otros piensan que debería estar ya recorriendo Andalucía con una agenda propia.
El partido ultra dice ahora que el PP “gestiona la herencia del PSOE”
Los socialistas y Podemos esperan que la cita con las urnas se retrase