“Orgullo” de ser del PP en el juicio de Gürtel
Dos antiguos cargos públicos del partido en Boadilla niegan su implicación en los negocios de la trama
José Francisco Pastor, exconcejal del PP en Boadilla del Monte (Madrid) y exgerente del Patronato de Cultura, no pudo reprimir las lágrimas en la sexta sesión del tercer gran juicio al PP por la trama Gürtel, que se celebra en la Audiencia Nacional. Ayer, durante su interrogatorio, el exedil defendió su inocencia y negó su implicación en los negocios de la trama en la localidad madrileña, por los que la Fiscalía le pide una pena de dos años y seis meses de cárcel: “Yo he ocupado honradamente esos cargos. Y, además, orgulloso de haber pertenecido al Partido Popular. Que quede bien claro”, destacó.
De las 24 personas que se sientan en el banquillo, 17 ya han confesado. Los siete restantes rechazan, en cambio, los hechos que les atribuye el ministerio público. La Fiscalía mantiene que la trama anidó en el Ayuntamiento de Boadilla con el beneplácito de cargos públicos que manipularon contratos públicos para conceder proyectos a empresas que les pagaban mordidas. Parte de ese dinero, además, se usó presuntamente para costear eventos electorales del PP. A Pastor, por ejemplo, se le acusa de fraccionar las facturas de un “acto concierto clausura del ciclo homenaje a Luigi Boccherini”, adjudicado a empresas vinculadas al líder de Gürtel, Francisco Correa. Pero el exconcejal negó ayer que se saltase la ley y que recibiera algún tipo de “prebenda”.
Visiblemente emocionado, el exedil cargó contra otros acusados: “Aquí ha habido afirmaciones de excompañeros del PP que dejan en vergüenza a miles de afiliados que nos hemos dedicado honradamente al partido”, insistió Pastor, en referencia a quienes han ofrecido, durante las sesiones anteriores, profusos detalles de su participación en la trama. Entre ellos, el exalcalde de Boadilla,
Arturo González Panero; Alfonso Bosch, exdiputado popular; y César Tomás Martín Morales, exgerente de la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda (EMSV) y director de campañas del PP local.
“He sentido bochorno de ver cómo excompañeros decían cosas gravísimas”, añadió Pastor, que aseguró que Panero lo sacó de las listas electorales porque no era uno de los ediles “afines a Correa”. “Hay una declaración, la de Tomás, en la que dice que por obediencia debida debíamos contratar con sus empresas y para conseguir pases a congresos del PP. Eso es falso. Muchos de nosotros hemos ido a trabajar al PP y a los congresos con nuestros autobuses y nuestras familias, haciendo de guardas jurados en las puertas y ayudando a que nuestros ideales fueran con nuestro partido. Y no ha sido a cambio de que nos colocaran delante en un congreso”, remachó el exconcejal.
“Fue un marrón”
Antes de Pastor, declaró ayer ante el tribunal el exconcejal Juan Jesús Siguero, que también niega su participación en la trama y que sustituyó a Panero en la alcaldía tras estallar el caso. “Yo no tenía conocimiento de todo esto hasta que salta Gürtel en 2009. No lo sospeché en ningún momento”, dijo, antes de explicar que fue la cúpula del PP la que le comunicó que debía asumir el bastón de mando: “Te dicen desde el partido que tienes que ser alcalde... Fue un marrón, un caramelo envenenado”. “Yo no tenía ni voz ni voto en las campañas”, siguió Siguero, que también fue tesorero del PP de Boadilla: “Pero me limitaba a girar los recibos mensuales a los afiliados y a pagar los gastos de la sede. Nada relacionado con la campaña”, se excusó.
La jornada de ayer también dejó la declaración de Carlos Jorge Martínez Massa, quien fuera presidente de L'Oreal en España y para quien la Fiscalía pide cinco años de cárcel por delitos de fraude a la Administraciones Públicas y blanqueo. Según el ministerio público, el empresario se benefició de la adjudicación de una parcela a través de una de sus sociedades, de la que era gestor junto a Ramón Blanco Balín, asesor fiscal de la trama. Martínez Massa negó ayer esas imputaciones, pero admitió que tuvo una cuenta en Suiza “fuera del control” de Hacienda —y que después regularizaría—. “Cosa que no me llena de orgullo”, afirmó, antes de contar que la usó para pagar 90.000 euros “en b” para comprar un apartamento en la provincia de Málaga mediante una transferencia a una compañía de Pablo Crespo, número dos de Gürtel.
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El expresidente de L’Oreal en España admite que tenía una cuenta en Suiza