Australia acorrala a Djokovic
Las autoridades retiran por segunda vez el visado al tenista serbio, que es detenido de nuevo e intenta frenar su deportación para poder disputar el Open desde el lunes
sociales, el 25 de diciembre se encontraba en Belgrado (participó en una exhibición de tenis en la calle) y a finales de año se trasladó a Marbella, donde se entrenó en las instalaciones del club de tenis Puente Romano. Desde allí, y vía Dubai, voló hacia Australia. Además, trascendió que Djokovic acudió a una entrevista el día después de recibir el resultado de la PCR que confirmaba su contagio (el 18 de diciembre con el diario L’Équipe en Belgrado). En una nota colgada en su perfil de Instagram, el tenista se disculpó por todo ello.
Tensiones políticas
Los servicios jurídicos contratados por el jugador, con el letrado Nicholas Wood a la cabeza, participaron ayer en una audiencia en las Cortes Federales, en la que ambas partes expusieron sus argumentos, de nuevo ante Anthony Kelly, a la espera de la declaración de Djokovic. Al terminar esta previa, Kelly confirmó que el jugador no será en ningún caso expulsado de Australia hasta que se resuelva el contencioso, y podrá preparar la defensa junto a sus abogados, que deberán participar en una segunda vista, mañana. El proceso, en cualquier caso, pone en seria duda su debut en el Abierto, contra el también serbio Miomir Kecmanivic.
Una hora después de hacerse pública la voluntad de Hawke fue el turno del primer ministro, Scott Morrison. “Esta pandemia ha sido muy difícil para todos los australianos. Juntos hemos logrado una de las tasas de mortalidad más bajas, economías más fuertes y tasas de vacunación más altas del mundo”, abundaba Morrison. “Los australianos han hecho muchos sacrificios durante esta pandemia, y con razón esperan que se proteja el efecto de esos sacrificios”, remacha el mandatario. La gráfica de positivos se disparó a principios de este 2022 en Australia, llegando el pasado miércoles a superar los 175.000 casos nuevos, el récord absoluto del país.
La decisión de cancelar el visado a Djokovic se ha tomado entre fuertes tensiones políticas dentro de Australia, que celebra elecciones nacionales en mayo (la coalición liberal del actual primer ministro, Morrison, busca un cuarto mandato consecutivo). El caso ha supuesto también un choque diplomático con Serbia por el trato “indecente”, según el país balcánico, que se le dispensó a una de sus principales figuras. El martes, Morrison habló con la primera ministra serbia, Anna Brnabic. Según el comunicado oficial, el premier quiso dejar bien claro a su homóloga que las políticas fronterizas australianas no son en ningún caso discriminatorias, y que todo el dispositivo que se activó tenía como objetivo proteger el país en época de pandemia.