Aragonès saca pecho por el avance de la mesa de diálogo
El presidente catalán, Pere Aragonès, aprovechó ayer su discurso de la víspera de la Diada para reivindicar la mesa de diálogo y, en especial, por los acuerdos en los que aún se trabaja y que, asegura, “facilitan el fin de la represión” antisecesionista.
Hasta ahora, o al menos de manera pública, el único compromiso suscrito en la mesa de diálogo, en su pasada cita en julio, se refiere a dejar clara la voluntad conjunta de “avanzar” reformas legislativas para “superar la judicialización”. ERC ha manifestado querer revisar algunos tipos penales, como el de sedición, pero el Gobierno no comparte ni el entusiasmo ni la prisa.
“Hoy es importante poner en valor que estamos consiguiendo que el conflicto vuelva al campo de la política”, aseguró el también coordinador nacional de ERC desde las ruinas del Foro Romano de Empúries (L’Escala, Girona), escenario elegido este año para grabar el tradicional mensaje y en un guiño a la idea de la necesidad de encuentro entre ciudadanos. Sin “la amenaza de la judicialización”, prosiguió
Aragonès, es posible subir un escalón en las negociaciones para que se pueda abordar en igualdad de condiciones la negociación de un referéndum pactado sobre la independencia, un mecanismo que el Gobierno rechaza. “Cataluña votará. Lo hará más tarde o más pronto en función de la fuerza que tengamos, pero lo hará”, sentenció.
Las palabras de Aragonès llegan justo cuando la ANC, los organizadores de la Diada, pone a los partidos en la diana de sus críticas por no trabajar por la independencia. El president, de hecho, no asistirá hoy a la cita al considerar que tiene una intención antipartidista. Laura Borràs, presidenta de Junts, acusó a ERC de querer evitar “la crítica” y de desmovilizar al secesionismo.