Los problemas de suministro de medicamentos crecen un 38%
El impacto de de la inflación preocupa a un sector con los precios regulados
Las farmacias y los hospitales españoles han sufrido en el último año un notable incremento de los problemas de suministro de medicamentos. Según el último informe semestral de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), un total de 1.105 presentaciones de fármacos han sufrido alguna incidencia entre enero y junio de este año. Esta cifra supone que una de cada 30 de las más de 32.000 medicinas existentes en el mercado —algunas son distintas versiones de una misma molécula— se ha visto afectada, un incremento del 38% respecto al primer semestre de 2021.
“Estamos ante un problema creciente, ya que la tendencia al alza se mantiene desde el año pasado y nuestros datos nos muestran que ha seguido creciendo este verano”, explica el vicepresidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, Juan Pedro Rísquez. Esta organización cuenta con una plataforma llamada CISMED que recoge información de los pedidos de 10.000 de las más de 22.000 farmacias españolas. “Esto nos permite tener datos al día, incluso más precisos y actualizados que los de la Agencia, pero los resultados son coincidentes. Los años 2018 y 2019 fueron complicados, luego la situación mejoró y ahora volvemos a un escenario preocupante”, añade.
La fabricación de medicamentos forma una vasta red muy interrelacionada a nivel internacional en la que es frecuente que, desde los primeros pasos de la producción de un principio activo al envasado del producto final, los fármacos transiten por varios países y compañías. Esto hace que un problema en una fábrica, los cambios en un centro logístico o los incrementos de costes en un punto de la cadena tengan un notable impacto sobre el conjunto. También que el sector sea muy sensible al contexto internacional, que se ha visto afectado en el último año por factores como la inflación, tensiones políticas y alteraciones en el comercio internacional.
“La complejidad del sistema hace que las causas de estos problemas sean varias y cada una afecte de forma distinta a un medicamento o país determinado, sin que sea sencillo precisar el peso de cada una. Pero es cierto que hay una preocupación enorme en el sector por el incremento del coste de la energía y los transportes internacionales [los precios de los fletes sufrieron una gran subida en 2021 y principios de año]. La diferencia de los medicamentos con otros bienes es que el precio final está intervenido, no puedes repercutir estos incrementos y esto puede haber golpeado especialmente a algunos segmentos”, afirma Emili Esteve, el director del departamento técnico de la patronal Farmaindustria.
Según los datos de la AEMPS, el 25,3% de las incidencias se debía a “problemas de fabricación” no relacionados con la calidad, el 24,6% a cuestiones relacionadas con la “capacidad de la planta”, el 22% a un “aumento de la demanda” que el fabricante fue incapaz de afrontar, en el 8% de los casos el problema estaba en la falta de suministro de principios activos y el 7,5% en la calidad del producto final. Los incidentes relacionados con la pandemia del coronavirus apenas ascendieron al 3% del total.
Los datos incluidos en el informe de la AEMPS ofrecen pistas de lo ocurrido en el último año, según las fuentes consultadas. El crecimiento desde los 801 problemas notificados en el primer semestre de 2021 hasta los 1.105 del de este año se ha concentrado en aquellas presentaciones de menor valor añadido y con más alternativas existentes en el mercado, principalmente entre los medicamentos genéricos, que trabajan con unos márgenes más ajustados.
La AEMPS distingue entre cuatro niveles de problemas según la gravedad. Los menores son los que se considera que tienen un “impacto nulo” debido a que su corta duración permite satisfacer la demanda con las existencias de la cadena de distribución. Este tipo de incidentes ha crecido un 61% en el último año, hasta los 437. El segundo nivel tiene un impacto “menor” ya que existen “en el mercado otros medicamentos con el mismo principio activo y la misma vía de administración” y farmacéutico puede sustituirlo. Estos problemas han crecido desde 2021 en un 30%, hasta 545.
La mayoría de las notificaciones afecta a fármacos genéricos
Opciones terapéuticas
Los incidentes con un “impacto medio” se producen cuando existen otras opciones en el mercado, pero estas no son exactamente iguales y el paciente debe acudir al médico para “determinar la elección de tratamientos alternativos”. En este caso, los medicamentos afectados han pasado de 88 a 57 en un año, un descenso del 35%.
Los problemas más graves se producen, según el informe de la AEMPS, cuando “la falta del medicamento genera un impacto asistencial importante por no disponer de alternativas terapéuticas”. Esto requiere medidas especiales que van desde la interrupción de la exportación de los tratamientos disponibles para retener en España el máximo número de dosis, la “distribución controlada” prácticamente
caja a caja para asegurar que estas lleguen a los enfermos que las necesitan, la importación especial de algunos fármacos o el desarrollo de medidas específicas con los fabricantes para acelerar la producción de alternativas terapéuticas. En el caso de que ninguna de estas medidas tenga éxito, se produce el peor de los escenarios: el “desabastecimiento temporal”. En total, los problemas de impacto mayor se produjeron en 66 ocasiones en el primer semestre del año, un 5% más que en el mismo periodo de 2021. En tres ocasiones, la Agencia ha abierto un expediente sancionador contra los laboratorios responsables al considerar que estaban incumpliendo de forma injustificada con su obligación legal de garantizar el suministro.
Jaume Sellarés, médico de familia y director del Centro de
Atención Primaria Sardenya (Barcelona), cuenta como incluso los problemas con un impacto medio pueden tener un notable impacto asistencial. “Ocurrió con el Tromalyt, un medicamento que tiene ácido acetilsalicílico, la popular aspirina, pero con una presentación única de 150 miligramos. Es un fármaco muy utilizado que suelen tomar personas con otras patologías de base y tratamientos. Las presentaciones disponibles eran de 100 o 200 miligramos. Todo esto te obliga a revisar caso a caso la medicación de muchos pacientes y hacer un especial esfuerzo en explicar bien los cambios para evitar el riesgo de confusiones”, declara.
La lista de empresas con más problemas de suministro está copada por aquellas con muchos productos en el mercado. Entre los laboratorios que producen fármacos protegidos con patente, Sanofi ocupa el primer lugar, con 108 incidencias. La compañía sostiene que el sector “se enfrenta a un aumento de desabastecimiento de medicamentos a nivel mundial que tiene una causa multifactoria e ya que involucra a todos los agentes que intervienen en la cadena de suministro: proveedores de materias primas (y escasez de las mismas), fabricantes, transporte, distribuidores, puntos de dispensación, autoridades...”. Sanofi ha apostado por “varios proyectos de envergadura para minimizar estas situaciones, como la iniciativa EUROAPI, una empresa independiente productora de principios activos con seis centros de producción de medicamentos esenciales en cinco países europeos”.
En el sector de los genéricos, la empresa que encabeza la lista es Kern Pharma, con 65. La empresa y la patronal del sector, la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG) han declinado responder a las preguntas de este periódico. También lo ha hecho la AEMPS, que en su informa aporta otra posible causa del incremento de problemas notificados, que sería la “mayor concienciación y comunicación de los problemas por la industria y la capacidad de detección por las autoridades”.
La Agencia del Medicamento ha expedientado a tres fabricantes