Los carteles mexicanos se disputan el control del narcotráfico en Ecuador
Aliados del Cartel Jalisco Nueva Generación y Sinaloa siembran el caos por controlar las rutas hacia Europa, EE UU y Centroamérica Esta semana hubo 18 atentados coordinados en las calles del país
El terror de los carteles mexicanos de droga se ha instalado en Ecuador. El país sudamericano vivió esta semana días de violencia a manos de organizaciones criminales que operan en alianza con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cartel de Sinaloa. Estas dos bandas, que se disputan desde hace años las plazas de comercialización de la droga en México, dejaron hace tiempo de ser organizaciones nacionales para extenderse por otros países. Ahora tienen una parte importante de sus operaciones en Sudamérica, y Ecuador se ha convertido en uno de los principales corredores de droga proveniente de Colombia y con destino Europa, Estados Unidos y Centroamérica. La disputa por el control entre estas organizaciones se ha visto esta semana en las calles de al menos cuatro ciudades ecuatorianas, donde ocurrieron 18 atentados coordinados en los que murieron cinco policías y otros siete resultaron heridos.
Los ataques en las calles tienen su raíz en las cárceles del país, desde donde se coordinan las actividades delictivas de los aliados de los mexicanos. Por un lado están Los Choneros, que tiene sus orígenes a finales de los noventa en la ciudad costera de Manta. Es el grupo criminal más importante de Ecuador y funciona como el brazo operativo para el tráfico de cocaína del Cartel de Sinaloa. Por otro lado, según han identificado las autoridades, están Los Lobos, Tiguerones y Chone Killers, tres bandas que ejecutan operaciones de logística del tráfico de este narcótico para el CJNG. En esas cárceles en las que operan, esta semana se llevó a cabo un operativo programado para trasladar presos a otros recintos penitenciarios. “El objetivo es reducir el hacinamiento, mejorar infraestructura y condiciones de seguridad”, informó por redes sociales el Servicio Nacional de Personas Privadas de Libertad (SNAI).
Pero la decisión desató el enojo de los aliados de Cartel Jalisco, que lo interpretaron como una alianza entre las autoridades con Sinaloa y respondieron con la amenaza de someter a la población y a todas las cárceles a una ola de terror. Así lo anunciaron en un video grabado desde la cárcel en el que se puede ver a un montón de hombres con explosivos atados al pecho.
“Empezó de nuevo la guerra”, dice el audio que envió un hombre encarcelado en la Penitenciaría de Guayaquil a su familia, mientras se escuchaban disparos de fondo. Los ataques se activaron al amanecer del jueves pasado con armas de fuego y granadas, según dijeron las autoridades. El motín en ese penal pudo ser controlado a las 16.00 del jueves (hora local) por la intervención de 700 policías y 470 militares. La revuelta dejo al menos dos presos muertos y ocho heridos. La Policía confirmó que 11 uniformados y tres militares resultaron heridos en el operativo. Mientras que en las calles continuaron los atentados con explosivos en Durán, en la provincia del Guayas. Los objetivos fueron un cuartel policial, tres gasolineras y una estación de servicio eléctrico. Como respuesta, el presidente Guillermo Lasso decretó por sexta vez en el año el estado de excepción con toque de queda durante 45 días.
A sangre y fuego, estas organizaciones delictivas se disputan el control de las fronteras y puertos. En ese contexto, las bandas criminales de Ecuador se han aliado con los cárteles mexicanos, que reciben las sustancias y las pagan financiando el conflicto interno del país sudamericano con dinero y armas. Las operaciones de Sinaloa en el país se remontan al año 2000. Uno de sus intermediarios fue Cesar Fernández, que llegó a gobernador de la provincia ecuatoriana de Manabí. Fernández fue capturado en 2003 cuando embarcaba con 430 kilos de coca en un avión que tenía planeado hacer la ruta de Portoviejo a Mexico.
Tras la captura de Fernández, el mando fue asignado a un capitán del Ejército, Telmo Castro, que trabajaba en directo con Tomas Guzmán, sobrino de Joaquín El Chapo Guzmán. La información salió a la luz en el juicio contra el capo en Nueva York. Castro fue detenido por narcotráfico y asesinado en su celda en la Penitenciaría del Litoral.
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