El PSOE se queda solo en defensa de las pelotas de goma
La negociación para reformar la ley de seguridad ciudadana, la conocida como ley mordaza, ha llegado a uno de sus principales escollos: qué hacer con las pelotas de goma que utilizan la Policía y la Guardia Civil para hacer frente a las algaradas callejeras. Los seis grupos parlamentarios que integran el grupo de trabajo —PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, EH Bildu y Junts— constataron en la reunión que celebraron ayer la soledad en la que se encuentra los socialistas, ya que han sido los únicos que han defendido mantener la utilización de este material.
Enfrente se situaron ERC, Junts y EH Bildu, que defienden su inmediata prohibición; y el PNV, que aboga por el modelo implantado por el Ejecutivo de Iñigo Urkullu en Euskadi y que restringe su uso por parte de la Ertzaintza a casos muy excepcionales. Pero también Unidas Podemos, socio del PSOE en el Gobierno, que plantea crear, en el plazo de seis meses, una comisión presidida por el Defensor del Pueblo, que estudie “la transición y sustitución” de las pelotas de goma por otro material menos lesivo en un intento de acercar las diferentes posiciones. Las conversaciones para intentar un acuerdo se dejaron para futuros encuentros.
El PSOE defiende la enmienda que presentó en su día, junto con Unidas Podemos, que no contemplaba ningún recorte en el material antidisturbios. Aquel texto recogía la obligación por parte de “las autoridades competentes” de elaborar “protocolos específicos de acuerdo con los estándares internacionales” sobre el uso de la fuerza y el empleo de material antidisturbios para “utilizar siempre los medios menos lesivos para las personas y evitando aquellos que causen lesiones irreparables”.
Críticas sindicales
La propuesta ya provocó entonces las críticas de los sindicatos policiales, que consideraban que abría la puerta a la eliminación de estos proyectiles, a lo que se oponen tajantemente al considerar que ello supondría una pérdida de su capacidad operativa. El Ministerio del Interior, que recientemente tramitó la compra de 60.000 pelotas de gomas, también rechaza su prohibición.
El jueves, Amnistía Internacional instó al Congreso a prohibir las pelotas de goma por su peligrosidad al considerar que “este tipo de proyectiles es intrínsecamente muy impreciso, lo que impide que su uso pueda ajustarse a los estándares internacionales sobre uso de la fuerza”.