Los cuatro sindicatos que firmaron el plan rompen el acuerdo
Las centrales acusan a la Administración de “falta de soluciones”
Los cuatro sindicatos de los cinco que componen la mesa sectorial (Satse, CC OO, CSIT UP y UGT) que sí habían firmado con el Gobierno regional las condiciones del nuevo plan de las urgencias extrahospitalarias puesto en marcha el 27 de octubre rompieron ayer el acuerdo unilateralmente. Lo hicieron, según explicaron en un comunicado conjunto, por “responsabilidad”. “El caos en el servicio y la falta de soluciones a todos los problemas planteados, nos empuja a desvincularnos del acuerdo ante el maltrato y la humillación que están sufriendo los y las profesionales de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria por parte de la Consejería de Sanidad y de la Comunidad de Madrid a través de sus acusaciones públicas”, afirmaron.
“El fracaso de este modelo es fruto de la inoperancia de la Administración y del incumplimiento de todos los compromisos adquiridos con las Organizaciones Sindicales, que desde la lealtad a los profesionales estábamos dispuestos a negociar hasta las últimas consecuencias para frenar el atropello que se pretendía perpetrar”, insistieron. El sindicato médico Amyts fue el único que no suscribió el acuerdo y mantiene la huelga que comenzará el próximo lunes con unos servicios mínimos impuestos por el Gobierno regional del 100%.
Satse, CC OO, CSIT UP y UGT explicaron que decidieron mostrarse flexibles “por la responsabilidad” que les movía para que se volviera a prestar “un servicio público esencial a la ciudadanía”. “Unas urgencias sanitarias muy necesarias que el Gobierno de la Comunidad de Madrid se había negado a reabrir durante casi tres años, y que antes de cerrarlas realizaban casi 800.000 atenciones al año”, analizaron. Es cierto que tras el anuncio de la presidenta de la Comunidad de Madrid de abrir los Puntos de Atención de Urgencias Extrahospitalarias, las organizaciones sindicales se opusieron en bloque al nuevo modelo, que se negoció en Mesa Sectorial. Ahí, aseguraron, comprobaron que “se esclavizaba a los profesionales, empeorando sus condiciones laborales”.
Los sindicatos consiguieron
que la Administración rebajara sus pretensiones originales y cuatro de los cinco sindicatos suscribieron un pacto que una semana después no se ha cumplido. Los firmantes lograron mejorar las condiciones laborales, pero no que se solucionara el problema principal: que se abrieran los 78 centros con los mismos profesionales que antes de la pandemia, en lugar de reducirse a la mitad.
“Hemos decidido dar por finalizado el acuerdo, recordando a los profesionales que hemos hecho todo lo posible por mejorar su situación, en cuanto a la previsión que se tenía para ellos, aguantado todas las críticas y llevando al límite nuestra capacidad de negociación, como es nuestra obligación como representantes de los trabajadores”, añade el comunicado.