La pandemia ha empeorado la salud mental de un tercio de españoles
La preocupación por la covid disminuye pero se nota su huella, según un estudio del ISCIII
La pandemia ya no es una preocupación para la mayoría de los españoles, pero ha cambiado la vida de buena parte de ellos. Para mal. Según una encuesta del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) publicada ayer, el 47% de la población refiere un empeoramiento en su acceso a la atención sanitaria, el 33% un empeoramiento de su vida social, el 32% una peor salud mental y el 28% una peor salud física.
La encuesta es la 12ª y última entrega de una serie de sondeos de un estudio denominado COSMO-Spain —coordinado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) e impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)—, que ha seguido la percepción de la población española sobre la evolución de la pandemia, las políticas que se han desarrollado y sus consecuencias desde el inicio de la recogida de datos en mayo de 2020.
Este cierre del estudio muestra una caída generalizada de muchos de los indicadores que miden el impacto de la pandemia en la vida cotidiana de los ciudadanos: búsqueda de información sobre coronavirus, adherencia a medidas preventivas, fatiga pandémica, porcentaje de la población que cree que un contagio derivaría en enfermedad muy grave…
Por primera vez, la mayoría de la población (59%) se muestra poco o nada preocupada por el coronavirus, aunque queda un 16% que lo está “mucho”. “Parece que nos vamos relajando y queremos olvidar un poco”, explicó ayer en la presentación de los datos María Romay-Barja, del Centro Nacional de Medicina Tropical del ISCIII.
La percepción de los ciudadanos ha ido amoldándose a cada situación, a cada ola y a la evolución del propio virus y sus distintas variantes. Ha dado un giro radical la percepción del riesgo al contagiarse: en verano de 2020, casi la mitad de la población pensaba que su enfermedad sería “muy grave” si se contagiaba, frente a un 13% en la última ronda, cuyos datos se recolectaron entre la población en el mes de septiembre.
El estudio también ha indagado en la aceptación que los ciudadanos tienen de las vacunas. El porcentaje de población que se pondría una nueva dosis si la recomiendan las autoridades sanitarias baja lentamente, aunque siguen siendo mayoría los que lo harían: 71%. Entre quienes no lo harían, el 44% cree que la vacuna puede tener riesgo para su salud, y el 26% porque piensa que ya está suficientemente inmunizado. La pregunta se hizo en un contexto en el que se
El 47% refiere un empeoramiento de su vida social y el 28% del estado físico
están administrando dosis de refuerzo (la que es para la mayoría la cuarta dosis de la vacuna) en personas mayores de 60 años, aunque por el momento no están indicadas para el resto de la población.
Por primera vez, el estudio pregunta sobre la covid persistente. Un 16% de los pacientes que han superado la infección refiere problemas de salud durante al menos dos meses. Los síntomas más frecuentes entre los afectados son fatiga (52%), dolores de articulaciones y/o musculares (44%), dolor de cabeza (38%), tos (36%) e insomnio (33%).
Conocer las percepciones de los ciudadanos durante la pandemia sirve, en opinión de María Falcón, investigadora de la Universidad de Murcia, para adaptar las medidas que se toman desde las distintas instituciones a las necesidades reales de la población. “Esto hace más fácil su cumplimiento y la creación de campañas de información adecuadas en cada momento. Ahora tenemos el conocimiento y la experiencia para aplicarla a muchos otros contextos, como viruela del mono, gripe A o aviar, crisis energética, cambio climático o enfermedades crónicas”, subrayó la experta.
El porcentaje de los que se pondrían una nueva dosis disminuye