Cataluña, País Vasco y Asturias imponen la vacunación obligatoria frente a la rabia
El riesgo que suponen las mascotas llegadas desde Ucrania y los perros infectados identificados en Melilla acelera una medida a la que ya solo es ajena Galicia
España libró durante décadas una guerra contra la rabia que no ganó hasta 1975. Málaga sufrió ese año y durante los tres siguientes el último gran brote de la enfermedad en el país, en el que murieron dos personas y más de 120 animales infectados fueron sacrificados, la gran mayoría perros, pero también varios gatos y al menos dos zorros. Tras medio siglo de relativa calma, sin embargo, dos fenómenos internacionales muy distintos entre sí —la guerra en Ucrania y la circulación del virus en Marruecos— han reactivado ahora las alertas y puesto el foco en la vacunación obligatoria de perros, gatos y hurones.
Cataluña, País Vasco y Asturias
son tres de las cuatro comunidades que hace décadas habían dejado de imponer esta medida a los dueños de las mascotas. Ahora, sin embargo, han dado un giro en su estrategia y han vuelto a decretar —o anunciar su intención de hacerlo— la rabia como enfermedad de vacunación obligatoria para mascotas. Galicia se queda como la única comunidad que sigue sin aplicar la medida, ya que en el resto de autonomías nunca ha dejado de ser obligatoria.
Más de 150.000 refugiados de Ucrania han llegado a España en los últimos meses. Muchos de ellos son familias que han viajado con sus mascotas, lo que ha activado las alarmas al ser el país de
Europa más afectado por la rabia. Esta situación se ha sumado a otro problema nunca resuelto pero que vive este último año uno de sus peores momentos: la llegada de perros infectados desde Marruecos a Ceuta y Melilla.
En la segunda de las ciudades autónomas han sido detectados desde el verano 12 casos. El episodio más grave se produjo en febrero, cuando un perro enfermo mordió a cinco personas. La rabia es mortal en el 100% de los casos si se empiezan a desarrollar síntomas, por lo que es necesario que quienes han resultado expuestos al virus al ser agredidas por un animal infectado reciban un tratamiento con la vacuna y una inmunoglobulina antirrábica.
La necesidad de volver a imponer la vacunación de la rabia en toda España ha sido desde hace años una petición insistente de los veterinarios. “Es una enfermedad de imposible curación, pero de fácil prevención. Y la vacuna es la única forma efectiva de luchar contra ella. Nos alegramos mucho de la decisión del País Vasco, Cataluña y Asturias, y nos cuesta entender la de Galicia. Los hechos demuestran que ningún territorio está libre de riesgos”, afirma el presidente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), Luis Alberto Calvo Sáez.
Los veterinarios alertan de que el fin de la obligatoriedad ha hecho caer las coberturas de vacunación hasta menos del 20% en algunas comunidades. Y alertan del riesgo que esto supone si se registran episodios como el ocurrido en Francia la semana pasada. Las autoridades del país identificaron un perro con rabia que había mordido a varias personas. Las investigaciones, aún en marcha, apuntan a que el animal llegó de forma ilegal procedente de Marruecos y pudo transitar por España sin ser detectado.
Francia detectó un animal procedente de Marruecos con la enfermedad
La norma era una petición insistente de los colegios de veterinarios