Scholz cierra la ‘era Merkel’ con un pacto inédito con verdes y liberales
El tripartito presenta su acuerdo de Gobierno, centrado en la descarbonización y modernización de la economía alemana. El nuevo canciller será investido en diciembre
Alemania tendrá nuevo Gobierno antes de Navidad, probablemente la semana del 6 de diciembre. El socialdemócrata Olaf Scholz se convertirá en canciller apenas dos meses después de unas elecciones que su partido ganó por la mínima frente a los democristianos. Socialdemócratas, verdes y liberales presentaron ayer en Berlín el acuerdo de coalición que dará paso a un tripartito inédito desde los años cincuenta y que pondrá fin a los 16 años de Angela Merkel en el poder. Los líderes de las formaciones dieron a conocer las grandes líneas del contrato que les unirá los próximos cuatro años y que se basan en la descarbonización de la economía, la digitalización, modernización del país y la protección social. Los detalles del acuerdo han quedado plasmados en un documento de 177 páginas.
El objetivo de la neutralidad energética destaca en el acuerdo tanto por el número de medidas que contempla como por la contundencia con la que se refiere a una crisis climática que “pone en peligro nuestros medios de vida y amenaza la libertad, la prosperidad y la seguridad”. La expansión de las energías renovables y el adelanto del abandono de los combustibles fósiles exigirán miles de millones en inversiones.
Pese al incremento de las inversiones en tecnología verde y digitalización, no habrá subida de impuestos, algo que prometió en campaña el líder de los liberales, Christian Lindner. El acuerdo contempla volver a la ortodoxia fiscal a partir de 2023, cuando deberá cumplirse de nuevo con el freno de deuda. Frente a las críticas que empiezan a asomar entre la oposición, el tripartito aseguró que tiene calculado cómo va a sufragarlo. Además de la inversión pública, se fomentará la privada, según el documento. “Hemos resuelto que esta será una década de inversiones”, confirmó Scholz.
La presentación del acuerdo, que tuvo lugar en un centro de convenciones al que solo se podía acceder con certificado covid y test negativo reciente, se vio eclipsada por la crisis sanitaria que ha provocado la cuarta ola de la pandemia en Alemania. Todos los protagonistas se refirieron al coronavirus en sus breves discursos y dejaron claro que su primera tarea como Gobierno será tratar de contener la avalancha de contagios. “Apelamos a todo el mundo para que se vacune”, empezó Lindner, que calificó la pandemia como “el mayor desafío” del tripartito.
El líder de los liberales mencionó las “muchas diferencias” entre los tres partidos. “Pero tenemos una cosa en común”, añadió: “Dejar atrás el statu quo”. Recordó que los jóvenes, que han votado masivamente por los Verdes y los liberales, “exigen modernizar el país”. El tripartito, añadió, “representa el centro político”. “Nos une nuestra fe en el progreso y la voluntad de mejorar el país”, dijo
Scholz, que fue el primero en intervenir en el acto, bajo el lema “Atreverse a un mayor progreso”. “El semáforo está encendido”, añadió en referencia al nombre que se le ha dado al tripartito: semáforo, por el color que se asocia a las tres formaciones (rojo del SPD, verde de los ecologistas y amarillo de los liberales). El colíder de los Verdes Robert Habeck admitió que “las negociaciones han sido agotadoras”.
Endeudamiento
Los tres partidos han ganado y han cedido. Scholz ha conseguido la subida del salario mínimo a 12 euros y la construcción de 400.000 viviendas al año (100.000 de ellas públicas). Lindner ha vetado la subida de impuestos y el endeudamiento. Los Verdes se apuntan como un tanto la salida del carbón en 2030, ocho antes de lo que había acordado el Gobierno de gran coalición de Merkel, aunque en el documento sigue apareciendo la palabra “idealmente” que figuraba en el borrador inicial, lo que indica que Los Verdes no han conseguido el compromiso de los liberales para fijar la fecha por contrato.
El acuerdo de Gobierno incluye el reparto de los ministerios. Siete de ellos los gestionarán los socialdemócratas. Se trata de Interior, Trabajo, Defensa, Sanidad, Vivienda y Cooperación y Desarrollo. Un séptimo puesto para el SPD es el de jefe de la Cancillería, que tiene rango de ministro. Los Verdes tendrán cinco departamentos gubernamentales: Exteriores, Economía y Protección del Clima, Familia, Medio Ambiente y Alimentación y Agricultura. Los liberales del FDP llevarán Finanzas, Justicia, Transporte y Educación.
Uno de los últimos escollos en las negociaciones había sido la cartera de Sanidad, porque al parecer ningún partido tenían interés en ocuparla. Alemania sufre cifras récord de contagios en su cuarta ola después de haber relajado las restricciones en verano y de haber caído en un vacío de poder durante la transición entre el Gobierno de Merkel y el nuevo tripartito. El país tiene una de las peores tasas de vacunación de Europa occidental, del 68% (frente al 80% de España) y se plantea hacerla obligatoria.
A cambio de ceder el segundo cargo más poderoso del Gobierno, el de ministro de Finanzas, a Lindner, los ecologistas gestionarán un superministerio de Economía y Clima que abarca competencias hasta ahora repartidas por otros departamentos, como energía. El puesto lo ocuparía el colíder de los ecologistas Robert Habeck. La otra líder del partido y candidata en las elecciones, Annalena Baerbock, será ministra de Exteriores, según dan por hecho los medios alemanes.
Las tres formaciones someterán el acuerdo a votación interna. En el caso del SPD y los liberales, en congreso federal. Los Verdes preguntarán a todos sus afiliados. Si se cumple el calendario previsto, Merkel no superará el récord de permanencia al frente del Gobierno alemán por cuestión de días. Tendría que mantenerse en funciones al menos hasta el día 17 de diciembre para igualar los días en el cargo de Helmut Kohl.
Christian Lindner, líder del FDP, será el nuevo ministro de Finanzas
La ecologista Annalena Baerbock asumirá la cartera de Exteriores