La protesta policial contra el Gobierno vuelve a unir a la derecha en la calle
PP, Vox y Cs se suman a las movilizaciones de los agentes para mantener la ley actual
PP, Vox y Ciudadanos volvieron ayer a coincidir en una protesta en la calle tras la concentración del 10 de febrero de 2019 en la plaza de Colón de Madrid, que dio lugar a la icónica imagen de la derecha unida contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Dirigentes de los tres partidos a la derecha del PSOE se unieron ayer a la movilización convocada por sindicatos y asociaciones de policías contra la reforma de la ley de seguridad ciudadana —la conocida como ley mordaza— ante la Delegación del Gobierno en Madrid. Los presidentes del PP y Vox, Pablo Casado y Santiago Abascal, respectivamente, estuvieron cerca de la pancarta y a escasa distancia uno del otro. También asistió el portavoz adjunto de Cs en el Congreso, Edmundo Bal. Una imagen de dirigentes de los tres partidos que se repetirá, previsiblemente, el sábado, cuando otra plataforma policial ha convocado una nueva manifestación por el centro de la capital.
Los agentes piden que se retiren las enmiendas que el Gobierno de coalición y sus socios parlamentarios quieren introducir en la ley mordaza, aprobada en 2015 con los votos del PP en solitario. La reforma, sostienen los agentes, permitirá difundir imágenes de policías grabadas durante su actividad profesional; anula la presunción de veracidad de los agentes en las actas de sanción que levanten; permite celebrar manifestaciones sin comunicación previa; reduce de seis a dos horas el tiempo máximo de retención para realizar identificaciones y obliga a devolver al punto donde fueron interceptadas a las personas trasladadas a comisaría. Buenas parte de estas objeciones son rebatidas por el Ministerio del Interior.
Casado aseguró que con esta reforma los policías “van a quedar completamente vendidos a los delincuentes”. El líder del PP tachó de “atropello” para la seguridad de los agentes los cambios que el Congreso estudiará en las próximas semanas y, como ya hizo el 17 de noviembre tras reunirse con 17 sindicatos y asociaciones de policías y guardias civiles, anunció que recurrirá ante el Constitucional los cambios en la ley, algo que también ha prometido Vox. Casado afirmó que si el alto tribunal no se pronuncia antes de que acabe la legislatura, en cuanto el PP gane las elecciones va a “retrotraer esta reforma que solo beneficia a los socios radicales del Gobierno”. El presidente popular interpreta la reforma como un intento del PSOE y Unidas Podemos de prepararse para, cuando vuelvan a la oposición, “pasar a las algaradas en la calle”.
Abascal acudió con el secretario general de su partido, Javier Ortega Smith, y la portavoz parlamentaria, Macarena Olona. El líder de Vox calificó la reforma como “una ley de protección de la delincuencia” que deja a los agentes en “la inseguridad jurídica más absoluta”.
Bal acusó al Ejecutivo de acordar unos cambios en la norma “sin consenso ni diálogo” y de transmitir con ellos a la sociedad un mensaje de “desconfianza” hacia los policías.
La concentración de Madrid —como las celebradas en otras provincias—, en la que participaron unas 200 personas, estuvo presidida por una pancarta con el lema de la protesta: “No a la España insegura”. En el manifiesto leído al final del acto, la plataforma convocante acusa al Gobierno de “vender la seguridad de los ciudadanos a cambio de intereses partidistas”.
Casado opina que los policías “quedarán vendidos ante los delincuentes”
Bal acusa al Gobierno de cambiar la norma “sin diálogo”