El exalcalde de Boadilla implica al PP de Aguirre en la corrupción de Gürtel
González Panero relata en el juicio el funcionamiento de la caja b del partido
Arturo González Panero, exalcalde de Boadilla del Monte, siguió ayer atacando a su antiguo partido. En la quinta sesión del tercer gran juicio al PP por Gürtel, el exregidor aseguró que la cúpula de los populares madrileños “conocía” y participaba de la operativa para financiar ilegalmente las campañas electorales de la formación regional, incluidas las de la expresidenta Esperanza Aguirre. La exlíder está imputada en el caso Púnica, donde se investiga la caja b del PP de Madrid.
La Fiscalía mantiene que Gürtel anidó en el Ayuntamiento
de Boadilla, desde donde manipuló contratos públicos para adjudicar proyectos a empresas que pagaban mordidas. Una parte del dinero se destinaba presuntamente a costear actos electorales del Partido Popular.
“La regional del PP tenía conocimiento”, dijo ayer Panero, alias El Albondiguilla. El martes, durante la primera parte de su interrogatorio, el exregidor ya describió la enorme “ascendencia” que Francisco Correa, líder de la red corrupta, tenía sobre la cúpula nacional del partido y cómo recibieron llamadas de La Moncloa para influir en temas del Ayuntamiento “Antes de la campaña, Correa nos dijo que hay que hacer actos. Actos de precampaña, pero también actos de las campañas autonómicas. Actos a los que también venía la candidata [Esperanza Aguirre]”.
Panero no paró de lanzar dardos. “Recuerdo un acto que se hizo en Boadilla, un acto que ella, [Aguirre], quería del cierre de la M-50 por el norte”.
El expolítico describió cómo se amañaban facturas: “En el tema de las banderolas [electorales] era el partido el que contrataba a una empresa para todos los municipios. El partido nos decía qué empresa había que contratar. Si había que poner 20 oficialmente, extraoficialmente se ponían otras 60. Y se nos decía que había que sufragar otras 20 o 30 para ponerlas en otro municipio. Por un lado, se pagaba con la caja a del PP de Boadilla, pero se pagaba todo lo demás por otro lado”.
Panero insistió en que una parte de los gastos se abonaban “extraoficialmente, por caja b”, o se cubrían con dinero de comisiones ilegales. “[El coste de] los actos excedía mucho lo permitido por la ley. Y esos gastos había que derivarlos a través de empresas y del pago de comisiones”. Una operativa que, según él, conocía el gerente del PP de Madrid, Beltrán Gutiérrez, imputado en Púnica; y el “jefe de campaña”, el exdiputado Alfonso Bosch.
Ayer también declaró Gonzalo Naranjo, ex vice presidente de la empresa Sufi e hijo del presidente de dicha compañía, Rafael Naranjo, ya fallecido. La Fiscalía mantiene que la trama les adjudicó contratos a cambio de comisiones y que el propio Naranjo hijo entregó en persona una mordida de 157.800 euros. El empresario lo negó ayer y dijo que nunca fue consciente de ello. Añadió que, si acaso, pudo entregar un sobre “cerrado” con la mordida, sin saber qué contenía. Justo cuando lo explicaba, Naranjo exhibió al tribunal tres fajos de billetes falsos de 500 euros y los introdujo en un sobre: “Es imposible detectarlo”.