Bruselas ve “contractivos” los Presupuestos de España para 2022
La Comisión muestra su preocupación sobre el elevado nivel de deuda pública
La Comisión Europea aplaude el proyecto español de Presupuestos para 2022. Le gusta que haya seguido sus consejos de “respaldar la recuperación recurriendo a la financiación del Fondo de Recuperación y Resiliencia” y que mantenga la inversión. También subraya que, tratándose de uno de los países con una elevada deuda, sea uno de los pocos que reduce su gasto recurrente. No obstante, la evaluación de los presupuestos de los países de la Unión Europea divulgada ayer también destaca que las cuentas del Gobierno de Pedro Sánchez para 2022 son “contractivas”, algo especialmente llamativo teniendo en cuenta que España es el país que más lentamente está saliendo de la crisis y será el último en volver al nivel previo a la llegada del coronavirus. Solo otros tres socios (Eslovaquia, Malta y, muy ligeramente, Finlandia) tienen también un presupuesto restrictivo.
Bruselas pide que los presupuestos del año que viene de los países miembros impulsen el gasto público para salir de la crisis, aunque no lo hace de forma homogénea para todos los Estados miembros. Para aquellos que llegaron a la pandemia con unas cuentas públicas en mejor situación y no tienen una gran carga de deuda, les reclama que inviertan de sus propios recursos. En cambio, para los que llegaron con un pasivo alto (España, Italia, Bélgica, Portugal, Francia y Grecia) que se ha deteriorado más con la pandemia, pide que ese apoyo llegue, sobre todo, del Fondo de Recuperación y no disminuyan su nivel de inversión propia. No obstante, al mismo tiempo, les pide un difícil equilibrio en sus cuentas al pedir prudencia para que su situación fiscal no se deteriore.
“Prudencia”, es como definió el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovkis, este reclamo. El contrapunto lo puso el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, que pidió “una política fiscal ágil para reaccionar si los riesgos de la pandemia rebrotan”. Para alcanzar ese equilibrio fiscal, presente en las conclusiones de Bruselas, es clave el uso del Fondo de Recuperación, que, según calcula el Ejecutivo que dirige la alemana Ursula von der Leyen, se habrá consumido en un 44% con los planes presupuestarios para 2022, y llegará al 65% en 2023.
Los informes de la Comisión Europea explican: “Dado el nivel de deuda pública de España, junto con las medidas de apoyo presupuestario, es importante mantener una política fiscal prudente para asegurar unas cuentas sostenibles en el medio plazo”. Y esto último pasa, añaden, por una contención del gasto recurrente. Y ahí España habrá hecho los deberes, al ser uno de los tres países que lo reduce en 2022, junto con Eslovaquia y Malta. El Ministerio de Hacienda aplaudió ayer el dictamen de la Comisión Europea.
Fuentes de la Comisión explican que esta rebaja se debe a que varias medidas impulsadas en 2020 y 2021 para combatir el desplome económico provocado por la pandemia desaparecen o menguan. De hecho, un vistazo a los Presupuestos del Estado para 2022 revelan que sin contar el aumento
Aplaude que sea uno de los países que reduce el gasto recurrente
Pide una política fiscal prudente para asegurar unas cuentas sostenibles
del gasto en pensiones y el sueldo de funcionarios, el gasto ordinario se reduce al difuminarse varias de las medidas de apoyo que lanzó para combatir la pandemia, como los ERTE o los fondos extraordinarios para que las comunidades autónomas reforzasen sus servicios sanitarios.
En el lado contrario al de España aparece Italia, que recibe una grave advertencia por elevar su gasto recurrente. El Gobierno de Mario Draghi ha anunciado, entre otras medidas, una rebaja fiscal de unos 12.000 millones y ayudas para aliviar el aumento de la factura energética.
Además de en la retórica, en la que se pide que se mantenga o impulse la inversión, el cambio de paradigma, hasta ahora, se puede ver entre la salida de esta crisis y la anterior en los propios datos que divulgó ayer la Comisión. Si en la década pasada se apostaba por la austeridad desde la capital europea —y desde Berlín—, ahora es la propia Unión la que ejerce de sostén del gasto público. España representa un ejemplo destacado en 2022: ha presupuestado una inversión de dos puntos de PIB que serán financiados casi íntegramente por el Fondo de Recuperación.
Bruselas resalta, en la primera frase de su análisis, que las cuentas públicas “son contractivas”. Ese resultado “contractivo” resulta muy llamativo, porque España es el país que tuvo una caída más profunda en 2020 y porque “para [el conjunto de] la zona euro se prevé una posición fiscal expansiva entre 2020 y 2022”. A igual que en la crisis anterior, España no está siendo de los más rápidos en salir. Al contrario, las previsiones de la Comisión lo señalaban como el país que iba a recuperar más tarde el nivel de actividad perdido por el virus. Fuentes del departamento que dirige Gentiloni, no obstante, le quitan importancia a este hecho.
Junto al análisis de los Presupuestos de 2022, la Comisión también publicó los análisis de las economías de la UE. En estos exámenes, España sale menos favorecida. Los técnicos de Bruselas subrayan el gran desequilibrio que amenaza a la economía española, la deuda, y no se fijan solo en la pública. También apuntan al crecimiento de los costes laborales unitarios.