Europa endurece el tono con Turquía ante la cita con Erdogan
Los líderes protestan por el arresto de europeos y los choques con Grecia y Chipre
Los líderes europeos endurecieron el tono con Turquía a cuatro días de la reunión que tienen previsto celebrar en Bulgaria la cúpula de la UE y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para tratar asuntos bilaterales. Los jefes de Estado y de Gobierno expresaron su “honda preocupación” por la detención de ciudadanos europeos en Turquía, según el borrador de conclusiones de la cumbre. Y aludieron a los dos principales conflictos que amenazan la celebración de ese encuentro del lunes: los choques con Grecia por la retención de dos soldados griegos en suelo turco, acusados de espionaje, y el enfrentamiento con Chipre por unas prospecciones de gas marino sobre las que tanto Nicosia como Ankara reclaman potestad.
Las palabras del primer ministro griego, Alexis Tsipras, evidenciaron ese difícil equilibrio que trata de mantener la UE respecto a Turquía. “Debemos ser muy claros con Turquía y sus obligaciones, especialmente en materia de respeto al derecho internacional”, expresó a su llegada. Pero a continuación matizó: “Debemos mantener las puertas abiertas al diálogo”.
Ante esos puntos de colisión, los Veintiocho “condenaron las continuas acciones ilegales de Turquía en el Mediterráneo Oriental y en el Egeo” y expresaron “plena solidaridad con Chipre y Grecia”.
Además de reconfortar a esos dos Estados europeos, la mayor dureza por escrito pretendía compensar el visto bueno de todos los socios a la minicumbre del lunes, a la que no asisten los jefes de Estado y de Gobierno (sí lo harán los presidentes de la Comisión y del Consejo). Los líderes recelan de ofrecer distensión a un Erdogan autoritario, pero también son conscientes de que no se puede dar la espalda a Ankara. Entre otros motivos por el papel clave que desempeñan sus autoridades en la contención de flujos de migrantes y refugiados hacia las costas europeas.