Una agenda, pinchazos y correos para desmontar el ‘procés’
El informe final del instituto armado concreta los indicios contra cada uno de los cabecillas de la secesión
En su informe definitivo enviado al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, la Guardia Civil establece las responsabilidades individuales que observa en cada uno de los actores del procés. Esta labor de desbroce es indispensable para que el magistrado pueda dictar hoy su auto de procesamiento para los 28 imputados. Los investigadores han tenido en cuenta todos los elementos del sumario, aunque destacan la agenda Moleskine intervenida al ex secretario general de la Consejería de Economía Josep Maria Jové; el análisis de centenares de correos electrónicos, pinchazos telefónicos y numerosas declaraciones públicas de los imputados en los dos años anteriores a la declaración de independencia. Lo que sigue son las conclusiones referidas a los principales investigados.
Carles Puigdemont. La Guardia Civil considera al expresidente fugado a Bélgica “máximo responsable”, junto al exvicepresidente Oriol Junqueras, de “activar la vía unilateral” que desembocó en la declaración de independencia del 27 de octubre. Ambos están catalogados como principales organizadores del referéndum ilegal, junto al exconseller de Exteriores Raül Romeva. Del análisis de sus correos electrónicos se desprende que difundió el “relato independentista” a organismos y autoridades internacionales y que “mostró su agradecimiento a Josep Lluís Trapero [exjefe de los Mossos] por no impedir el referéndum”.
Oriol Junqueras. Además de su papel en la organización del referéndum, su departamento “fue clave en la implementación de las estructuras de Estado” como el banco central catalán, la seguridad social o la hacienda propia. Tras la consulta, Junqueras rechazó convocar elecciones anticipadas y apostó por proclamar la independencia “lo antes posible”. El documento contempla como indicios de su actuación presuntamente delictiva sus declaraciones desde prisión.
Jordi Turull. El ayer candidato a la Generalitat es calificado en el informe como un protagonista “extraordinariamente relevante”. Los investigadores le sitúan en los comités “estratégico” y “ejecutivo” del procés, y destacan su papel en la organización del referéndum, incluido el pago de parte de los gastos a través de la Consejería de Presidencia que encabezaba. El documento lo sitúa en seis reuniones claves y enumera tres llamadas que lo incriminan.
Marta Rovira. La portavoz de Junts pel Sí y número dos de ERC, en libertad bajo fianza, participó en las reuniones sobre la “hoja de ruta” independentista. Los pinchazos telefónicos resaltan su papel en la organización del referéndum, en especial en la movilización de los alcaldes para instalar las mesas electorales. Jové, número dos de la Consejería de Hacienda, “daba cuenta” a Rovira de los avances en la infraestructura de la consulta.
Anna Gabriel. La Guardia Civil recuerda una reunión de noviembre de 2016, registrada por Jové en su agenda, en la que la exportavoz de la CUP, fugada a Suiza, supuestamente advirtió de que no renunciarían a la estrategia de la desobediencia y pidió que algún mando policial avisase a los antisistema en caso de que fueran a ser detenidos. De sus declaraciones “queda patente” que su voluntad era “una declaración unilateral de independencia efectiva y sin dilaciones”.
Jordi Sànchez. El informe resalta que el expresidente de la Asamblea Nacional Catalana ejerció una posición de “clara influencia” en las decisiones del Govern. La Guardia Civil destaca las movilizaciones protagonizadas por la ANC, en especial el control de los colegios electorales el 1 de octubre, y los altercados ante la Consejería de Economía el 20 de septiembre, cuando una multitud hostigó a los guardias civiles que la registraban.
Jordi Cuixart: El presidente de Òmnium participó en enero de 2016 en una reunión en la que se discutió “ni más ni menos que la presidencia del Govern”. La Guardia Civil destaca su “elevadísima implicación” en la organización del referéndum y su interés en presentar a España “como un estado opresor”.
Carme Forcadell. Como presidenta del Parlament autorizó las votaciones de las leyes de desconexión y permitió la declaración de independencia del 27 de octubre, frente a los informes contrarios del letrado mayor y el secretario general de la Cámara. Participó en reuniones preparativas del procés.
Artur Mas. Durante su presidencia suscribió con Junqueras el acuerdo para la “transición nacional” que puso las bases para la creación de las llamadas estructuras de Estado. También se celebró la consulta soberanista del 9 de noviembre de 2014, por la que fue inhabilitado por desobediencia. Actuó como ideólogo y consejero del procés.
Raül Romeva. Participó en la organización del referéndum y en la venta del relato en el extranjero, en lo que se denominó la internacionalización del procés. Destinó dinero público para que Diplocat, la red de embajadas de la Generalitat en diferentes países, lograra apoyo internacional para el referéndum.
Joaquim Forn. Como consejero de Interior y responsable de los Mossos “tensionó el cuerpo policial llevándole a desobedecer las resoluciones judiciales”, sobre todo el 1 de octubre, pero “procurando enmascarar esa desobediencia” para “no incurrir en responsabilidad penal”.