LAS GALARDONADAS.
Desde la izquierda, frente a la Academia de las Ciencias de París, la paleontóloga Mee-mann Chang (China), la pediatra Heather Zar (Sudáfrica), la ecóloga Amy T. Austin (aunque es estadounidense de nacimiento, ha ganado el premio como científica latinoamericana), la bióloga molecular Caroline Dean (Reino Unido) y la bióloga canadiense Janet Rossant.
La vicepresidenta de la Fundación L’Oréal ve discriminación sistémica
si no se realizan acciones decididas para cambiar ese sistema, no se va a lograr romper el techo de cristal”.
La Fundación L’Oréal y la Unesco celebraron ayer en París 20 años de esfuerzos para promover a las mujeres en la ciencia. Y lo hicieron como lo han hecho durante las últimas dos décadas: promocionando a jóvenes científicas y premiando a cinco investigadoras destacadas de todo el planeta con importantes dotaciones económicas —100.000 dólares— que les permitan continuar sus investigaciones y les den visibilidad.
“La imagen de un científico exitoso es un hombre de edad mediana con el guardapolvo (bata) puesto. Y cuando ven a una mujer, no saben bien cómo reaccionar”, resume la ecóloga estadounidenseargentina Amy Austin, una de las
cinco investigadoras galardonadas este año.
Desde 1998, el programa Por las mujeres en la ciencia de la Fundación L’Oréal y la Unesco ha premiado a 102 investigadoras y ha ayudado a promover a más de 3.000 jóvenes científicas. Entre las galardonadas se cuentan tres premios Nobel: Christiane Nüsslein-Volhard, Nobel de Medicina en 1995; Ada Yonah, Química en 2009, y Elizabeth Blackburn, Medicina en 2009. Estas últimas habían sido distinguidas por el programa de L’Oréal y la Unesco justo un año antes de recibir el galardón de la academia.
Para jóvenes científicas como la mexicana Selene Lizbeth Fernández Valverde, reconocida este año como “talento emergente” por su trabajo en la bioinformática científica de datos genómicos,