No es el Real Madrid, es el Madrid CFF
El club cuenta con 250 futbolistas en 14 conjuntos y no tiene socios Esta tarde reciben al Barcelona, con un presupuesto 10 veces mayor
objetivo era ser un club de cantera competitivo donde las niñas pudieran jugar sin tener que salir de Madrid. “Aunque tuviera que poner dinero, económicamente era muy sostenible. Estamos hablando de cantidades pequeñas para balones, camisetas...”. Lo que sucedió después y, sobre todo, lo rápido que sucedió todo, es lo que hizo que cambiaran las cosas. En apenas siete años, pasó de las categorías regionales a Primera.
“Al subir te encuentras con un mundo más profesional y el coste es otro. Ahí ya empiezan los gastos”, comenta Alfredo. El club arrancó con un equipo y solo 20 jugadoras. Ahora tienen 14 equipos (desde benjamines hasta cadetes) y más de 250 mujeres jugando al fútbol. No tienen socios, pero sí abonados (entre 1.500 y 2.000). El presupuesto anual que manejan para Primera es de 300.000 euros, más los 150.000 que aporta la Liga Iberdrola a todos los clubes y algunas subvenciones de la Comunidad. “Al final la estructura, que es casi la misma que cuando empezamos, depende mucho del trabajo personal y del esfuerzo, no solo mío, sino de gente que lo hace de forma altruista y colabora”, explica Alfredo Ulloa. Su presupuesto está muy lejos de los 3,5 millones del Barça femenino. El club azulgrana está en otro nivel. Con fichajes de relumbrón, pelea por la Liga con el Atlético, que tiene un punto de ventaja a falta de siete jornadas, y es el único español en los cuartos de la Champions (perdieron 2-1 en la ida ante el Lyon).
Las instalaciones que utiliza el Madrid CFF son tres: el Centro Deportivo Luis Aragonés, el estadio Matapiñonera en San Sebastián de los Reyes y un campo de un colegio en Hortaleza. No tienen un lugar propio. “Claro que consideramos alguna vez Valdebebas, pero es una gestión complicada y no depende de nosotros”, dice Alfredo con una sonrisa pícara. Es socio del Real Madrid y asegura que si Florentino Pérez le propone que el Madrid CFF sea parte del club blanco, no sabe qué respondería. “Más allá del dinero, le he puesto mucho tiempo personal y dedicación a este proyecto”, argumenta.
Según Paola, la mayor fortaleza del Madrid CFF es que el equipo “nunca se rinde”. Y la mayor debilidad, “la inexperencia de la categoría”. Rafael Cid Moreno, el segundo entrenador, define a la plantilla en tres palabras: “Profesionalidad, trabajo y coraje”.
A Paola le toca ir a entrenarse. Pero antes se permite soñar. “Sería lo máximo ganar la Champions con el Madrid”, dice con la misma sonrisa que luce su padre cuando habla del equipo blanco. Ese que parece el Real Madrid, pero no lo es.