Un maestro de ladrones llamado Carlos Bardem
El actor español protagoniza la película colombiana de Netflix ‘Carteristas’
Elegir bien el objetivo. Un poco de habilidad. Cuidar las apariencias. Y una buena distracción. Estas son algunas de las lecciones que da a sus pupilos el maestro de ladrones que interpreta Carlos Bardem en la película de Netflix Carteristas. El actor describe este largometraje colombiano, desde hoy disponible en la plataforma, como una fábula protagonizada por tres jóvenes que intentan sobrevivir en la macrourbe. Pero también, como una película de robos.
Todo ello, con Bogotá como telón de fondo. Allí se trasladó para el rodaje de esta historia dirigida por Peter Webber y donde fue el único español del grupo. “De mano del resto del equipo conocí una ciudad llena de contrastes, vibrante, donde, como pasa en otras grandes urbes de Latinoamérica, lo más bello del ser humano convive en muy pocos metros con los contrastes más terribles. Y eso le da una gran vitalidad. No son ciudades tan asépticas como pueden ser las europeas, y eso las convierte en escenarios increíbles para este tipo de historias”, cuenta el actor a EL PAÍS.
Bardem da vida a un hombre que, tras huir de España, trabaja en un cuarto de monitores de seguridad de la ciudad. Así localiza a unos jóvenes ladrones a los que adiestra en el robo sin violencia y en las habilidades de los carteristas. Para ello, Bardem tuvo que aprender también cómo trabajan estos ladrones. “La producción me puso en contacto con un par de carteristas profesionales. Lo que me resultó fascinante como actor no es tanto la habilidad, como un tema que tiene que ver con la magia, la distracción, crear una ilusión, desviar la atención de la persona”.
Aunque sea una película de Netflix, Bardem no ha notado diferencia entre trabajar en un largometraje para una plataforma online y hacerlo para un filme que se verá en las salas de los cines. “La diferencia es que estará en 190 países y a disposición de 117 millones de usuarios, es una ventana de exhibición increíble. A nivel creativo sí sentí que había una libertad absoluta. El cine más comercial copa nuestras pantallas, y ha dejado fuera las historias con un poco más de trasfondo. Carteristas es una película muy entretenida pero también de seres humanos, con los que puedes empatizar o no, pero te los pone delante, y a mí ese es el cine que me interesa. Hay un nicho muy interesante para contar historias más independientes gracias a sitios como Netflix. El cine independiente tiene cada vez menos posibilidades de financiarse por los canales tradicionales. La entrada de jugadores como Netflix da una libertad absoluta e incluso anima al riesgo”, concluye.