“La Libertadores era una copa dormida, olvidada en el tiempo”
Alejandro Domínguez (Asunción, Paraguay; 46 años) se interesó por la política de adolescente. Creó el Centro de Estudiantes del Colegio San Andrés, donde realizó el secundario. Estudió Económicas en Kansas, para después enfocarse en la comunicación. Fue director general del Diario La Nación y fundó Diario Crónica yla radio AM 970. Comenzó como directivo de Olimpia en 1996. En 2016, después del FIFA Gate que salpicó a la Conmebol, llegó a la presidencia del máximo organismo del fútbol sudamericano. Ahora recibe a EL PAÍS en Madrid antes de la final de la Libertadores exportada a España.
Pregunta. ¿Cómo describiría su tarde del 24 de noviembre?
Respuesta. Una tarde de toma de decisiones. Sabía que primero tenía que pensar en el bien común. Mi interés personal lo tenía que dejar al margen. Un día con mucha presión.
P. ¿Sintió vergüenza?
R. Vergüenza ajena, sí. Nos pasó lo más humillante que le puede pasar a un ser humano, nos escupieron en el campo. No me entra en la cabeza, me parece primitivo. Un día que me quedará marcado a fuego en la memoria.
P. ¿El fútbol sudamericano tampoco lo olvidará?
R. En el futuro quedará como una anécdota, en el presente está en estudio. Hay que aprender y, sobre todo, tomar las medidas para que esto no vuelva a ocurrir. P. Una anécdota mala...
R. Esto se veía venir. En algún momento iba a ocurrir algo que iba a exigir autocrítica y soluciones profundas a un problema que está ahí y que todos de alguna manera conocíamos. Pero como no había ocurrido ningún hecho concreto no se estaban tomando las medidas concretas.
P. Si lo conocían, ¿no se hubiese podido evitar?
R. De la parte de la organización se previó todo. Pero nosotros solo podemos prever lo que va a ocurrir dentro del campo de juego y pedir la asistencia y colaboración de la policía o la seguridad nacional. Esto se le escapa a la responsabilidad de la Conmebol, porque son hechos vandálicos que ocurrieron en la calle. Esa es una jurisdicción de la policía.
P. ¿La responsabilidad es de la policía?
R. Definitivamente, no fue de Conmebol.
P. ¿Entiende que las directivas de Boca y de River no se hayan puesto nunca de acuerdo?
R. Es natural. Juegan a ganar. P. Pero juegan los equipos, no los directivos, ¿no?
R. El juego se juega desde arriba para abajo y de abajo para arriba. Acá participan todos. Cada uno tiene que marcar su presencia.
P. jugar?
R. Hizo lo que hubiese hecho a la inversa River. Uno tiene que usar todos los recursos que posee para defender los derechos de su club. Yo estoy exigido a que todos los participantes sean respetados.
P. La Bombonera tuvo su final, el Monumental, no. ¿Entiende que River se sienta perjudicado?
R. Bajo ningún sentido. El Monumental tuvo su final, pero no se logró jugar.
P. Entonces, ¿la responsabilidad fue de River?
R. Tuvo la responsabilidad de lo que ocurrió dentro del campo, desde que se canceló el partido y lo que ocurrió con los invitados especiales como Infantino [presidente de la FIFA], yo y otras personas. Nos escupieron, nos maltrataron, nos insultaron. Además, hasta el propio D’Onofrio [presidente de River] tuvo que esquivar a un montón de chicos que estaban corriendo. La policía encontró sobreventa de entradas y había más cantidad de gente en el estadio de la permitida.
P. ¿Habló con el presidente Mauricio Macri?
R. No, pero siempre estuvo informado de las decisiones posteriores. Entendió que no se podía jugar en Buenos Aires, ni en Argentina. Había ocurrido un hecho injustificable, que es creer ¿Boca quiso ganar sin que con violencia se puede ganar un partido. En el momento en que ocurrió eso se había perdido la naturaleza de este deporte. Desde ese momento, el partido estaba suspendido. Y las condiciones tampoco estaban dadas al partido siguiente. Había ese ambiente raro en la atmósfera, con amenazas y advertencias.
P. ¿La primera fue opción fue Miami, después Doha y finalmente Madrid?
R. No, hubo un montón de opciones. Le quiero agradecer a todas las ciudades que se ofrecieron. Milán, Génova, Medellín, Belo Horizonte, Asunción, también Doha y Miami.
P. ¿De quién fue la idea de jugar en el Bernabéu?
R. De jugar en el Bernabéu no hubo idea original, sí de jugar en Madrid. Fue una idea mía. Yo le consulté a Florentino [Pérez, presidente del Real Madrid], en una conversación telefónica entre amigos, su análisis como hombre de fútbol. Me dijo que no solamente le parecía buena, sino que también nos daba el Bernabéu.
P. ¿El River-Boca es uno de los capitales más grandes de Sudamérica?
R. No creo que haya dos clubes como Boca y River.
P. ¿Perdieron su capital más importante?
R. No, lo ganamos. Esta era una copa dormida, olvidada en el tiempo. Se había quedado en la memoria de mucha gente, pero ya no tenía esa vida que tiene hoy. Se despertó tanta competitividad en Sudamérica. Las semifinales fueron dos finales hermosas y que, por primera en 58 años, tiene a River y Boca jugando en instancias finales. La Libertadores está viva y fuerte.
P. ¿El fútbol de quién es?
R. La capital de fútbol está en Sudamérica. Y el fútbol es de la masa.
P. ¿Y por qué se juega en Madrid? ¿No se les quitó su principal capital a los aficionados?
R. ¿Por qué?
P. No van a poder ver su partido en su casa.
R. ¿Cuántos argentinos viven en España? Ellos no tienen derecho de ver su partido...
P. ¿Más derecho que los abonados de River?
R. Hubo dos juegos, uno que no se pudo disputar en Argentina, y el tercero que se tiene que hacer en campo neutral. El que encontramos donde más cantidad de argentinos viven es España. El argentino es argentino donde viva. El aeropuerto con mayor conectividad con Latinoamérica es Barajas. Ningún otro país en Sudamérica tiene la población de argentinos que tiene España.
P. ¿Existe algún plan para que los jugadores sudamericanos se queden en el continente?
R. Hemos cambiado para que haya mejores ingresos y que lleguen a los jugadores, técnicos e infraestructura. Entre 2016 y 2018, duplicamos los premios en nuestros torneos de clubes. Y gracias a las primeras licitaciones de nuestra historia, para el ciclo 2019-2022 nuestros ingresos serán de 1.400 millones de dólares.
“En el campo de River nos escupieron, nos maltrataron”
“La idea de jugar en Madrid fue mía y le consulté a Florentino”