El comercio confía en la compra a crédito ante una tibia campaña navideña
La campaña de Navidad se presenta con incertidumbre para el comercio con las primeras señales de desaceleración en varios años. Casi nadie augura caídas de ventas, pero previsiones apuntan a que las curvas de crecimiento se moderan, ante la
“Se aprecia más cautela que el año pasado”, afirma Bruno Rodríguez, socio de Deloitte y autor de su Estudio de Consumo Navideño. Y apunta a “la inestabilidad política y económica”. Se refiere a la desaceleración que ya comienza a apreciarse y a la incierta situación política, con elecciones municipales y europeas —y tal vez, generales— en el horizonte y con el amargo regusto que han dejado las andaluzas. En esta tesitura, la confianza de los consumidores está a la baja: en noviembre, incertidumbre política y económica. Ante este escenario más tibio, distribuidores y entidades de crédito acentúan las facilidades de financiación para impulsar el periodo grande de ventas del año, mientras el Banco de España alerta del calentamiento del crédito al consumo.
el índice se situó en 91,4 puntos, 9,1 puntos menos que un año antes, lastrado por la perspectiva económica, según el CIS.
Con “recelo, temor y, a la vez, esperanza” afronta la campaña, por su parte, el pequeño comercio, según Manuel García-Izquierdo, presidente de su patronal, CEC. Confía, no obstante, en el apego español a las fiestas navideñas y en que “diciembre adecentará los datos de un año que no ha sido bueno”. El índice de comercio minorista ha renqueado buena
parte del año, sobre todo en las tiendas pequeñas, que encadenan nueve meses de descensos.
No ha ido tan mal en las grandes superficies y cadenas, como dice el índice y ratifican fuentes de Anged, la asociación que las agrupa. Aún así, no lanzan las campanas al vuelo y auguran un “entre el 1,5 y el 2% respecto al año pasado”. Uno de los miembros de esta patronal, El Corte Inglés, ve la campaña con más optimismo tras un Black Friday mejor de lo esperado. Mientras las previsiones de ventas dan señales de agotamiento, el empleo relacionado con la campaña de Navidad sigue mostrando una inercia positiva, si bien a menor ritmo que en años anteriores. Las previsiones de las dos grandes empresas de trabajo temporal, Randstad y Adecco, así lo muestran. La primera augura 406.000 contrataciones en la campaña, que abarca desde el Black Friday a finales de enero, un 8,3% más que en 2017. Si bien es un crecimiento notable, es la tasa de aumento más baja de los últimos tres años. Igual pasa con las previsiones de Adecco, que calcula un millón de contratos, un 4,5% más que hace un año, pero también lejos de las tasas de doble dígito de 2017 y 2016.
En parte, el buen resultado del viernes negro se debió, dicen fuentes de los grandes almacenes, a la campaña “Financiación 0,0”, tres días en los que los titulares de la tarjeta podían agrupar todas sus compras en todos los departamentos y financiarlas hasta en 12 meses sin intereses. “Fue un guiño para animar y dinamizar las ventas”, explican fuentes de la empresa. A esa iniciativa se suman otras, como el Anticipo de Navidad, una línea de crédito para las compras navideñas. Otras cadenas, como Worten o Fnac, se suman y ofrecen facilidades de financiación para esta campaña.
Facilidades en financiación
“Las empresas del sector intensifican sus esfuerzos para hacer de ésta una buena campaña navideña” en una situación de menor confianza del consumidor y pérdida de poder adquisitivo de las familias, al crecer más la inflación que la renta disponible, afirma Javier Campo, presidente de Aecoc, la patronal del gran consumo.
Las empresas distribuidoras, a través de sus financieras, los bancos o los usuarios de tarjetas hacen uso del crédito para alegrarse la Navidad. Según Bankinter Consumer Finance, la filial de financiación al consumo de la entidad, los titulares de tarjetas de crédito gastarán una media de 430,18 euros, cinco más que el año pasado. Durante la semana del Black Friday, el gasto con tarjetas creció un 15,3%. El estudio de Deloitte registra un leve aumento del uso de la tarjeta de crédito este año.
De momento, las advertencias del Banco de España sobre el calentamiento del crédito al consumo y los aumentos de la morosidad no tienen demasiado eco. Los bancos tiran de este tipo de préstamos porque, en tiempos de intereses bajos, da buena rentabilidad —un interés del 7,8% de media, según el supervisor—. En su último informe de estabilidad, recogía crecimientos superiores al 20% en los últimos trimestres, sobre todo de los créditos para la compra de bienes de consumo duraderos y alertaba del alza de los dudosos, aunque sin provocar un incremento de la tasa de morosidad. Por ello, instaba a los bancos a “seguir vigilantes”, no “relajar” las condiciones y hacer provisiones “para que estas inversiones rentables no terminen por convertirse en las más arriesgadas”.