El Pais (Andalucia) (ABC)

El Levante denunciará la supuesta alineación indebida

- RAMON BESA, Barcelona

Barcelona: Cillessen; Semedo, Murillo, Lenglet, Alba (Sergi Roberto, m. 74); Rakitic, Vidal, Arthur; Coutinho (Luis Suárez, m. 63), Messi y Dembélé (Denis, m. 77). No utilizados: Ter Stegen; Piqué, Busquets y Aleñá.

Levante: Aitor; Cabaco, Pier, Postigo (Jason, m. 71); Coke, Prcic, Campaña (Doukouré, m. 68), Moses; Borja Mayoral (Dwamena, m. 61), Bardhi y Boateng. No utilizados. Vegas; Toño, Morales, y P. López.

Goles: 1-0. M. 30. Dembélé. 2-0. M. 31. Dembélé. 3-0. M. 54. Messi.

Árbitro: Sánchez Martínez. Amonestó a Postigo, Rakitic, Murillo, Cabaco y Prcic. Árbitro del VAR: Del Cerro Grande.

42.838 espectador­es en el Camp Nou. La continuida­d del Barça en la Copa del Rey depende del Levante después de que el Levante fuera eliminado en octavos por el Barça porque un futbolista ausente de nombre Chumi fue más protagonis­ta que el presente Dembélé.

La Copa ha sido desde siempre una competició­n muy singular porque se juega tanto en la cancha como en los despachos, terreno abonado para la épica de los equipos pequeños, o que no pueden ganar la Liga, y un rompecabez­as burocrátic­o para los grandes, clubes como el Madrid y el Barça, cuyos entrenador­es se las ven y se las desean para cuadrar las alineacion­es por los condiciona­ntes del reglamento de la RFEF. A los juristas se les invita a husmear en las fichas de los partidos porque muy de vez en cuando hay quien comete una negligenci­a, un delegado que se despista o un entrenador que no mezcla bien la cuota de jugadores del filial con las del primer equipo, un error aparenteme­nte inocente provocado por las rotaciones y que puede provocar la expulsión del infractor, amenaza que ahora pesa sobre el Barça por poner a Chumi en el Ciutat de València.

Una semana después del partido, un periodista de El Mundo descubrió que el central del Barça B no podía jugar y por tanto el Barcelona cayó en una alineación indebida, noticia que sorprendió al propio Levante y plantea un pleito interesant­e que sirve Valverde dio un volantazo a su política conservado­ra de rotaciones y en la ida de los octavos de Copa ante el Levante puso de inicio a los canteranos Chumi y Miranda. Una apuesta que podría salir cara. Según destapó ayer El Mundo, el Barça podría haber incurrido en alineación indebida con Chumi, que estaba sancionado para el siguiente partido de Segunda B con el filial por acumulació­n de tarjetas y, por lo tanto, también para la Copa. Lo dice el artículo 56.3 para chequear además el nivel de influencia de los clubes y la lucha de poder en las administra­ciones deportivas. Nadie sabe ahora mismo si la remontada que firmó el Barcelona le servirá para defender su corona y condición de rey del torneo: 30 títulos, cuatro seguidos, y 22 eliminator­ias ganadas consecutiv­amente desde 2012-2013. El barcelonis­mo está pendiente del gallego Chumi o, si se quiere, de Juan Brandáriz Movilla.

La hinchada se quedó en casa, más pendiente de la radio y las noticias federativa­s que del Camp Nou, inicialmen­te quieto y frío, igual de congelado que el pobre Chumi. Valverde resguardó a del código disciplina­rio: “El futbolista sancionado no podrá intervenir en ninguno de estos equipos o clubes, hasta que transcurra, en la categoría en la que se cometió dicha infracción, el número de jornadas a que haga méritos la sanción”.

Desde el Barça se amparan en la circular número 28 de las modificaci­ones del Reglamento General y Código Disciplina­rio que salió en noviembre: “El modo de incumplimi­ento de las sanciones impuestas como Luis Suárez, Piqué, Busquets y Sergi Roberto y el equipo no encontraba el ritmo de juego adecuado para las necesidade­s de la noche pese al despliegue de Dembélé. A los medios les costaba conectar con los delanteros y Messi perdía a menudo la pelota como falso 9. El rosarino prefiere jugar de enganche, cada vez más 10, jugador plenipoten­ciario del Barça.

La lentitud de los azulgrana, poco intensos y nada precisos, permitía que el encuentro girara alrededor del Levante. A veces su presión era alta, en ocasiones se recogía, siempre reconocibl­e el plantel de Paco López, más puesto y concentrad­o que el Barcelona. Ambos equipos parecían ser

consecuenc­ia de la comisión de infraccion­es para los casos en los que exista una simultanei­dad de licencias de las permitidas en el reglamento general de la FEF, se ajustará a lo dispuesto en el presente artículo, si bien las sanciones de carácter leve se cumplirán en las competicio­nes en las que el infractor se encuentra haciendo uso de una determinad­a licencia y, las de carácter grave o muy grave, en cualquier competició­n, ello con independen­cia de la licencia que se estuviera usando en el momento de la infracción...”.

El Barça interpreta que esas licencias se refieren a un jugador que alterna el primer equipo y el filial. Algo que invalida consciente­s en cualquier caso de que la suerte de la ronda dependía de un solo gol y por tanto no convenía tomar riesgos: a los granota les podía valer porque obligarían al contrario a marcar tres y a los barcelonis­tas les alcanzaba para superar el 2-1 de la ida en el Ciutat de València.

Pocas transicion­es

Las escasas transicion­es del Levante se alternaron durante un rato con las esporádica­s llegadas del Barça. Las aceleracio­nes de Messi, sin embargo, empezaron a amenazar a Aitor Fernández. Nadie entendió mejor al argentino que Dembélé. El francés tiró dos desmarques al 10 y cayeron dos goles en dos minutos, ambos rematados por el portero del Levante. Los pases de Messi fueron tan precisos como rocamboles­cas resultaron las definicion­es de Dembélé. El cuero acabó en la red después de dar en la mano y el pie del meta Aitor.

La bola rebotó en Dembelé después de ser robada por Messi en el 1-0 y en el 2-0 el centro del francés entró en la portería empujado por Aitor. El meta estuvo espléndido más tarde en varios remates del Barça. Dembélé, Messi y Coutinho rozaron con sus tiros el 3-0. La fragilidad del Levante era sobrecoged­ora, roto por el bisturí de Messi y la velocidad de Dembélé, excelente cuando atacó el espacio, indetectab­le para los centrales Cabaco, Postigo y Pier.

No despabiló el Levante y no paró de atacar el Barça. El tercer gol cayó muy pronto después de una preciosa jugada: Dembélé profundizó para Semedo y el centro del lateral fue punteado con el exterior del pie izquierdo por Messi ante la salida de Aitor. Incluso con 3-0, salió a la cancha Luis Suárez mientras Paco López empezó a cambiar con miras a la Liga. El partido se hizo muy largo, falto de tensión e interés, solo animado por las carreras de Boateng —remató al palo— y Dembélé y los regates de Denis Suárez, el redentor en Valencia con la jugada del 2-1. Nadie puso en duda en cualquier caso el triunfo del Barça.

La respuesta del equipo fue categórica ante la amenaza de ser excluido: no será por el marcador ni por el juego sino que su suerte depende del recurso del Levante porque Valverde, acusado de no contar con la cantera, puso a Chumi, el central del filial, en Orriols. Así de imprevisib­le es la Copa.

la federación: “La simultanei­dad de licencias es de dos deportes diferentes: fútbol y fútbol sala; o fútbol playa. No existe, como parecen pretender, una licencia para jugar en el filial y otra para el primer equipo. Cada jugador tiene una única licencia”.

Por lo que el Barça incurrió supuestame­nte en alineación indebida del mismo modo que el Levante no lo denunció dentro del plazo de 48 horas tras el partido (lo hará hoy, según anunció el presidente Quico Catalán), así que el castigo —eliminació­n del Barça— no debería tener efecto a no ser que recurra al TAS como última instancia.

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